Advierten sobre el avance de la pobreza infantil en Bariloche

Un informe divulgado por la concejal Ana Marks revela que en los últimos cinco años “hay 10 mil nuevos pobres menores de 14 años” en Bariloche. Cuestiona las políticas públicas que atienden sólo un porcentaje menor de la demanda social.

La concejal Ana Marks recordó que según un estudio de Unicef fechado en octubre de 2018, en el último quinquenio aumentó en la ciudad un 63% el número de niños con necesidades básicas insatisfechas. Foto: archivo

En una nueva ofensiva para lograr la aprobación de la ordenanza de emergencia alimentaria, un informe divulgado por la concejal Ana Marks (FpV) revela que en los últimos cinco años “hay 10 mil nuevos pobres menores de 14 años” en Bariloche y cuestiona las políticas públicas que atienden sólo un porcentaje menor de la demanda social.

La concejal Marks recordó que según un estudio de Unicef fechado en octubre de 2018, en el último quinquenio aumentó en la ciudad un 63% el número de niños con necesidades básicas insatisfechas.

Dijo que su equipo trabajó en un cruce de esos datos con la encuesta permanente de hogares, mediante el cual determinaron que en ese período creció en 10 mil nuevos casos la cantidad de chicos de hasta 14 años en situación de pobreza.

Refirió también que las despensas comunitarias atienden hoy a 700 beneficiarios cuando la demanda es de 4.900 familias. Y que entre enero y mayo de este año el municipio entregó 1.400 módulos alimentarios, lo cual cubre sólo el 28% de la demanda real.

Edith Espinosa, una de las responsables del grupo Encuentro, dijo que tienen registrado “con toda claridad” que la necesidad alimentaria “ha ido creciendo”, aunque no es fácil precisar desde cuándo.

“En el último año los merenderos tienen mucha mayor demanda. Por ejemplo al Alihuen, en las tomas del San Francisco, van 60 chicos. Hace un año no existía. Lo empezó una chica del barrio en su casa, primero eran tres nenes, después cuatro, después diez y ahora sesenta” refirió Espinosa.

El grupo Encuentro trabaja desde hace más de 20 años con infancia y adolescencia. El comedor que funciona allí pasó en pocos meses de elaborar entre 90 y 95 porciones diarias a más de 130. Según Espinosa, “hay familias que una conoce desde hace mucho tiempo, gente que había recuperado el poder adquisitivo y se fue yendo. Pero ahora está volviendo”, para asistir al comedor.

Señaló que otro factor que aumenta la demanda alimentaria es el de “la personas que han perdido el trabajo y tienen pocas posibilidades de recuperarlo, por edad o por salud”.

El bloque del FpV presentó en el Concejo el año pasado junto a la CTEP y otras organizaciones un proyecto para declarar la emergencia alimentaria en Bariloche y crear un Plan de Seguridad Alimentaria.

Marks se quejó ayer de que, pasados siete meses, el proyecto no avanzó en el Deliberante porque el oficialismo evita darle tratamiento y el intendente Gustavo Gennuso “no da ninguna explicación” sobre esa negativa.

En diálogo con este diario, la concejal explicó que la declaración de emergencia no sería una etiqueta, sino que la ordenanza serviría para redireccionar presupuesto que hoy tiene otro destino a fin de “fortalecer organizaciones productivas que generan empleo, crear una tarjeta alimentaria municipal, fomentar las huertas comunitarias y brindar una ayuda a merenderos y comedores que sea más sistemática”.

Los recursos surgirían de un porcentaje de la coparticipación, de los gravámenes al casino y el juego y del fondo de inclusión social, que está creado por ordenanza y nunca se implementó.


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