Agroturismo y frutas finas en Plottier

Nico Visne

En 1996 nacía Dolly, en Escocia, el primer animal clonado.

En una ruta de la provincia de Entre Ríos se moría Gilda en un accidente de tránsito.

Gabriel García Márquez publicaba “Noticias de un secuestro” y se estrenaba mundialmente Trainspotting, Evita y El Día De La Independencia.

Mientras todo eso sucedía, muy cerca de Plottier sobre la vera de la ruta 22, una familia comenzaba a montarse un proyecto de huerta bajo cubierta que luego fue mutando con el tiempo para transformarse en una de las productoras de frutas finas más importantes de la región.

Comenzaron formando parte del programa Jóvenes Emprendedores de la Provincia de Neuquén, que desarrollaba una línea de promoción de proyectos de producción hortícola.

Las idas y vueltas de la economía en este país hicieron que la familia García baraje las cartas, reparta nuevamente y hagan otro planteo de futuro.

Según cuenta Verónica García, la propietaria: “Nosotros empezamos siendo productores hortícolas bajo cubierta, es decir en invernaderos en el año 1996. En el 2001 nos volcamos además a la producción de frutillas y a partir del 2004 incorporamos frambuesas y moras, dejando de lado por diferentes motivos la producción en invernadero. Hace 9 años elaboramos nuestros propios dulces, comenzamos con el fraccionado de frutas congeladas (la idea fue aprovechar al máximo la producción y que no se tirará nada)”.

Verónica, quien trabaja con su compañero Marcelo y sus hijos Juan Felipe, Maitén y Agustín cuenta que en todo momento ellos fueron aprendiendo, nunca dejaron de hacerlo. Si bien comenzaron a funcionar produciendo hortalizas, todo cambió porque el contexto también lo hizo y sobre todo porque la zona de chacras tiene un excelente suelo para producir frutas finas, actividad que ya llevaban adelante algunos pequeños productores vecinos.

Los tiempos de cosecha y fruta fresca son cortos, pero durante todo el año el emprendimiento abastece a restaurantes, supermercados, almacenes y particulares.

Tienen una excelente cadena de distribución y su filosofía busca despegarse del ritmo frenético de las ciudades. En la chacra reciben gente, establecimientos educativos y reuniones culturales que permiten respirar otro aire. Su fruta es de una excelente calidad.

La he probado personalmente en platos, postres y jugos y realmente es una materia prima como pocas.

También producen dulces y conservas, absolutamente artesanales. Sin intermediarios ni conservantes. Todo lo elaboran ellos.

El sitio también funciona como casa de té y muchas veces suceden puestas musicales.

Las meriendas son absolutamente recomendables y se pueden tomar los viernes, sábados y domingos. Los sábados también se puede ir a desayunar.

Los García están sumando kilómetros de importancia a la actividad agroturística de la provincia. Son parte de las rutas de las Chacras neuquinas que el ministerio de turismo de Neuquén intenta fomentar y comunicar desde hace un tiempo.

Las escuelas visitan durante todo el año lectivo esta hermosa chacra, pautando previamente un encuentro y se alinean las charlas a los contenidos y la currícula que las y los estudiantes van atravesando.Se muestran de cerca todos los eslabones de la cadena productiva y se les hace participar a los chicos haciendo dulce e interactuando con los elementos.

Hermosos colores y texturas logran en sus preparaciones Los García. Una cucharada de dulce, una tostada recién hecha o un jugo natural y todo deja de ser como es por un rato.

Pajaritos, buen ambiente y laburo. Argumentos irrefutables en esta vida moderna que muchas veces pasa de largo y no nos permite ver este tipo de proyectos reales y geniales.