Alerta verano: alimentación en vacaciones

Tres especialistas de la nutrición explican como intentar mantener el equilibrio saludable durante las vacaciones, sin vivir presos del cuerpo y la balanza.

Se acercan las vacaciones de verano y con ellas el cambio de la rutina. Durante ese período los horarios son distintos, y si se tiene la posibilidad de viajar, también cambian los lugares. En ese nuevo contexto es muy probable que la forma en alimentarse también sea diferente.

Ahora bien, no por el hecho de que sean vacaciones, hay que elegir el camino del desborde en cuanto a la alimentación, porque sería una justificación errónea que llevaría al malestar y a un probable aumento de peso con posterior frustración. Lo ideal es intentar dejar los extremos por un rato y permanecer en un punto intermedio y flexible adaptado a la situación.

Licenciada en Nutrición Agustina Murcho explica que durante las vacaciones es preferible no comer comidas altas en grasas y azucares todo el tiempo. Recomienda tratar de consumir frutas y verduras la mayoría del tiempo, dentro de las posibilidades y del lugar donde uno se encuentre. Por ejemplo, si es un almuerzo simple tratar de elegir lo más saludable posible y dejar lo «menos sano» para otras ocasiones.

Durante las vacaciones es clave no estar pensando en la comida, sino comer cuando el cuerpo lo pida. Dejar que fluya y disfrutar. Un día comer algo más sano, otro día algo típico del lugar. Tratar de poner el foco en las relaciones y el entorno. Pensar que mientras respetemos nuestra señal de apetito y saciedad, no habrá grandes cambios.

Según Daniela Natale, nutricionista especializada en obesidad: “Durante las vacaciones uno se relaja y come diferente. A pesar de esto es importante no perder el control y registrar que comemos y cuánto. Es importante no saltear comidas y mantener un orden. Hidratarse y darse los gustos. Quizás algo que pueda servir es sacar el foco da la comida y ponerlo en disfrutar de las vacaciones con familia, amigos y aprovechar cada momento. Sumar actividades como nadar, caminar por la playa, jugar a la pelota, también es una buena idea”.

Según las especialistas de la cuenta @Real_Nutrición, estar de vacaciones implica, relajarse y disfrutar. «Hay que sacar el foco de la comida y conectar con el lugar en el que nos encontramos. Las personas, nuestros afectos, vínculos, naturaleza. La comida es un placer importante, pero no tiene por qué ser todo. Si están en la naturaleza, aprovechen salir a caminar o hacer algún deporte. Esto les va a generar hormonas de la felicidad (endorfinas, serotonina, dopamina) que ayuda a contrarrestar el estrés acumulado y a bajar el cortisol (hormona del estrés) además de afectarles el estado de animo de manera positiva.»

En vacaciones uno come distinto, pero la clave es medir las porciones, tratar de moverse y no ir con la mentalidad de «como estoy de vacaciones me puedo comer todo». Lo importante es disfrutar de lo que hay, ser medido y hacer el ejercicio que se pueda. «Y si se vuelve con uno o tres kilos más, tampoco atormentarse, se vuelve a la rutina y el cuerpo se acomoda» Agregó Murcho de @Nutricion.Ag

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