Análisis: Quedó sepultado el sueño del «déficit cero»

Todas estas medidas intentan recuperar algunos de los votos que migraron del oficialismo en la última elección. El gran perdedor de este viraje es Nicolás Dujovne.

Sica estuvo en conferencia con sus colaboradores más cercanos.
(Foto: gentileza La Nación)

El gobierno nacional continúa con su batería de medidas para intentar compensar los efectos de la devaluación, ahora atacando la canasta y productos de consumo en general.

La eliminación del IVA en varios de los alimentos básicos apunta a los sectores de la población más golpeados por este modelo económico. El problema que se observa es cómo se controlará al segmento minorista para que cumpla con esta baja de precios en las góndolas.

El congelamiento de las naftas es otra de las medidas que se puso en marcha, por la que se tuvo que enfrentar a las empresas petroleras. Ambas se suman a los anuncios para mejorar el salario real dados a conocer el miércoles.

El costo fiscal que tienen todas estás medidas dan cuenta que el presidente Macri relegó definitivamente el objetivo del “déficit cero”, acordado oportunamente con el Fondo Monetario Internacional. Desde el gobierno lo niegan y aseguran que los nuevos fondos llegarán con la reasignación presupuestaria. Pero la realidad muestra que no están disponibles las partidas para poder afrontar este mayor gasto social, con el objetivo de mejorar el bolsillo de los consumidores.

Fuentes de la administración central señalan que todos estos nuevos anuncios son para sostener la gobernabilidad hasta octubre. “Hay un acuerdo no escrito con la oposición para llegar lo mejor posible a las próximas elecciones y que la gente no sufra más los efectos de la crisis financiera”, confió un alto funcionario de la cartera de Producción al ser consultado por el tema.

Si bien el gobierno lo desmiente, su sueño con todas estas medidas -que hasta no hace mucho criticaban en forma virulenta- es intentar recuperar algunos de los votos que migraron del oficialismo en la última elección. Populismo en su máxima expresión.

El gran perdedor de todo este cambio en la política económica es sin dudas Nicolás Dujovne, que fue quien presto su palabra al FMI para cumplir con las metas fiscales acordadas. Las palabras del ministro se las llevó el viento o, mejor dicho, el resultado de las PASO.

Las nuevas medidas anunciadas hoy fueron un segundo duro golpe para el titular de Economía. El martes ya había sufrido la desautorización del presidente Macri cuando saco de agenda la posibilidad de aumentar las retenciones a las exportaciones, un pedido de Dujovne para compensar la caída de ingresos generada por una mejora real de los salarios de todos los trabajadores, anunciado ese mismo día.

Con un Dujovne muy debilitado, el gobierno debe dar señales de cómo sigue el Gabinete tras este fuerte cambio de timón en la economía. Por otra parte, nada de todo esto garantiza que continúe la volatilidad que hoy se observa en los mercados.


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