Aprender de finanzas, jugando

‘La carrera de la rata’ es un novedoso concepto que el escritor Robert Kiyosaki introdujo por primera vez en su célebre libro ‘Padre Rico, Padre Pobre’. La alegoría sirve para representar el circulo vicioso en el que se ven envueltas las personas al manejar su vida financiera en el mundo capitalista, donde el progresivo endeudamiento hace que la necesidad de dinero sea cada vez mayor, lo que obliga a trabajar cada vez más, sin lograr nunca romper la rueda de la deuda.

Cash Flow es el nombre del juego ideado por Kiyosaki, cuyo objetivo es mejorar la inteligencia financiera de los individuos, mediante el aprendizaje lúdico de conceptos financieros que son parte de la vida real. Los participantes interactúan entre sí con situaciones que los atraviesan en la vida cotidiana, y aprenden de los errores propios y ajenos, con el objetivo de salir de ‘la carrera de la rata’.

Con el fin de aprender de finanzas y crear un espacio de vínculo e interacción, un grupo de emprendedores cipoleños fundó en 2018 el Club Cash Flow Patagonia. Incorporar la filosofía, el método y las ideas necesarias para obtener la independencia financiera, y al mismo tiempo crear una red de contactos que posibilite el encuentro entre quienes tienen proyectos de innovación, y quienes están dispuestos a financiarlos, es lo que los moviliza.

La iniciativa, es la tercera experiencia de este tipo que existe en el país. La primera surgió en Buenos Aires, donde funciona el Club Cash Flow Argentina, algo que más tarde se replicó con el Club Cash Flow Córdoba en la provincia mediterránea.

Gonzalo Ramírez, es licenciado en administración, y es quien junto a otros cinco emprendedores puso en marcha el club en la región. “Nuestra intención es fomentar la educación financiera. A través del juego es posible aprender. Y al mismo tiempo el club es un espacio que genera oportunidades”, explica Ramírez. “Así como los médicos se encuentran en un lugar, o los abogados en otro, la idea es generar un espacio de encuentro para los emprendedores que deseen obtener independencia financiera”, agrega.

Patricia Zilli (emprendedora en aroma terapia), María Estela Morales (comerciante), Julio Haedo (coach ontológico) y María Cristina Robles (médica), son quienes completan el equipo que lleva adelante la propuesta en la zona. “En el club, puede suceder que un emprendedor encuentre el socio capitalista que le faltaba, o al revés, alguien puede encontrar el proyecto que no conocía y que le gustaría financiar”, se entusiasma Ramírez.

Un sábado al mes por la mañana, el grupo se reúne en un lugar céntrico de la ciudad de Cipolletti para participar del juego, que dura como máximo dos horas. Al finalizar, comparten cuál fue el aprendizaje que obtuvo cada uno. “Normalmente en el juego, los participantes reflejan la realidad personal que están atravesando. Por eso las enseñanzas que se obtienen son individuales, y la experiencia de uno, puede hacer crecer al otro”, explica Ramírez.

En el cierre de la jornada, se brinda una charla de capacitación en algún tema específico relacionado con las finanzas personales o empresariales.

La pertenencia al club no tiene costo alguno, y quienes se suman, se mantienen en contacto permanente vía Whatsapp y Facebook, donde comparten materiales y vivencias relacionados a las finanzas.

Cuando se reúnen a jugar, el único requisito para ingresar, es ser mayor de 14 años y la entrada sale $450, lo que incluye el desayuno, y requiere inscripción previa en la página de Facebook Club Cash Flow Patagonia.

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