Argentina compartió el acto en Nicaragua con el Iraní buscado por el atentado a la AMIA

Polémica presencia argentina en Nicaragua. El embajador compartió el acto con el dictador Ortega y con un funcionario iraní buscado por Interpol por el atentado a la AMIA.

Con el mismo funcionario iraní que hace algunos meses cuestionó el Gobierno argentino, el embajador de nuestro país en Nicaragua compartió el acto de asunción del dictador Daniel Ortega. Ayer, en el acto de reasunción de Ortega, el embajador argentino en Managua, Daniel Capitanich, compartió la ceremonia junto a un iraní acusado de ser partícipe intelectual del atentado terrorista a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Se trata de Mohsen Rezai, sobre quien pesa una alerta roja de Interpol. Meses atrás la cancillería argentina había condenado su designación por parte del presidente de Irán, Ebrahim Raisi.

En carácter de vicepresidente de Asuntos Económicos de la República Islámica de Irán, Rezai encabezó la delegación de su país, que asistió al acto de Ortega. Sobre él pesa una orden de captura internacional por el atentado terrorista perpetrado en Argentina en 1994.

Las contradicciones de la gestión del presidente Alberto Fernández tienen dos puntos centrales en el tema Nicaragua. El primero es la presencia en el comienzo de un nuevo mandato del dictador Ortega, quien ganó las elecciones luego de haber encarcelado a decenas de dirigentes opositores y de haber sacado de la carrera presidencial a todos los candidatos que tuvieran alguna chance. Enviar representantes al inicio de un nuevo mandato es avalar la elección cargada de irregularidades. Y el segundo punto es haber compartido el acto con el funcionario iraní buscado por Interpol justamente por el terrible atentado a la AMIA ocurrido en nuestro país.


En el acto, y en la foto, se puede ver a Capitanich junto a Ortega; el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; y el de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

“Rezai, al igual de Vahidi, es objeto de reclamo por parte de la Justicia argentina por haber tenido una participación clave en la toma de decisión y en la planificación del atentado cometido el 18 de julio de 1994 en el edificio de la AMIA y sobre él pesa una orden de captura internacional de Interpol”, manifestó Cancillería a través de un comunicado. En el mismo se solicitó a Irán “cooperar de manera plena con la Justicia argentina” para que los acusados “sean juzgados por tribunales competentes” y se recordó que en 2014 el Gobierno argentino, en ese entonces a cargo de Cristina Kirchner, afirmó que “solicitaría la inmediata aplicación del tratado de extradición” con Rezai.

En la página oficial de Interpol, en la alerta roja que figura a su nombre, aparecen los cargos de “homicidio calificado, doblemente agravado (por haber sido cometido por odio racial o religioso y por ser un medio idóneo para causar un peligro común) en perjuicio de 85 víctimas fatales, en concurso ideal con lesiones leves y lesiones graves calificadas, en forma reiterada y daños múltiples agravados por haber sido cometidos por odio racial o religioso”.

No quedó en claro si la presencia del embajador Capitanich en ese acto fue por un error, por desconocimiento de la presencia del iraní o por una decisión política del Gobierno argentino.


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