“Argentina SA”

Carta de lectores enviada por Julio Chiacchiarini de Neuquén

LA GENTE OPINA

Érase una empresa sólida y pujante. Prácticamente desde su fundación, producía, elaboraba y comercializaba una variada y abundante cantidad de productos. Sus directivos y funcionarios dieron por cierto que aquella abundancia, basada mayoritariamente en la madre naturaleza, sería perenne. Poco importaba entonces retirar dividendos más allá de los generados. Y así, los funcionarios y directivos de turno se fueron sirviendo de beneficios supuestos y la empresa comenzó a mostrar signos de insolvencia. Algunos accionistas que visualizaron el problema denunciaron su inquietud, pero los administradores agruparon a un número mayor de otros accionistas, a los que convencieron no sólo de que no había ni habría dificultades sino de que la sociedad atravesaba un período floreciente de crecimiento y desarrollo. Cada balance mostraba resultados satisfactorios y cada memoria destacaba los aciertos de una gestión exitosa. Convencidos de que la realidad era la publicada, cada vez más directivos y más funcionarios tomaban una porción mayor del supuesto superávit. Y lo particularmente grave es que el personal subalterno en todos su niveles, muy posiblemente estimulado por el accionar de sus superiores –cada cual a su alcance–, también fue mutando de servidor a servido. Y esta conducta (o inconducta, para mejor decir) fue incorporando accionistas de baja resistencia moral y se expandió de tal modo que desnudó dificultades estructurales que fueron creciendo en cantidad e intensidad. De ello devino que aquella empresa pujante y sólida resignara muchos puestos en competitividad y prestigio, pasando de la vanguardia a la retaguardia en el escenario mundial. Esta descripción no es extraña ni novedosa. Muchas empresas, de cualquier rubro y en cualquier lugar del mundo, pueden sufrir el síndrome de la decadencia. Lo que resulta verdaderamente curioso, sorprendente y alarmante en Argentina SA es que los mismos accionistas que repetidamente fueron víctimas de promesas incumplidas, a los que se les alteraron los resultados de los balances, a los que se les pidió un esfuerzo de capitalización una y otra vez, al momento de celebrarse la asamblea general ordinaria ratifiquen las mismas y más facultades a los mismos administradores que –naturalmente– volverán a hacer lo mismo. Julio Chiacchiarini DNI 7.568.769 Neuquén

Julio Chiacchiarini DNI 7.568.769 Neuquén


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