“Argentina ya está en hiperinflación, solo que todavía no nos dimos cuenta”

Mariano Fernández es un economista de probada trayectoria en materia financiera. En diálogo con “PULSO”, evaluó que las fragilidades de la economía trascienden al actual gobierno.

Por Diego Penizzotto

La dinámica de la inflación de los meses que restan del año, es una de los grandes interrogantes en el escenario poselectoral. Mariano Fernández es un economista de probada trayectoria en materia financiera, especialista en los aspectos monetarios. En diálogo con “PULSO”, evaluó que las fragilidades de la economía trascienden al actual gobierno, indicó que no existe voluntad política para afrontar los cambios de raíz, y estipuló que la dinámica actual de precios ya configura una “hiperinflación”.

PREGUNTA-¿Qué evalúa del escenario poselectoral?

RESPUESTA-Se suele hacer un diagnóstico equivocado al atribuir la corrida del lunes al resultado. Las debilidades monetarias argentinas, trascienden la contienda electoral. Lo que hizo la elección, es sumar incertidumbre. Pero independientemente del resultado, si existe debilidad macroeconómica, cualquier cosa puede ser el detonante para que la demanda de dinero colapse. La realidad es que tanto gobierno como oposición están fragmentados y no tienen demasiada idea de “qué hacer”, ni tienen la voluntad política para hacer cambios potentes que estabilicen la economía.

P-¿Lo del lunes hubiese sucedido con cualquier resultado?

R-No sé si necesariamente hubiera sucedido el lunes. Pero tarde o temprano sí. Podría haber sido antes de octubre, o después. Argentina transita desde hace tiempo una zona de riesgo. Cuando se lanzó el Plan Sandleris, el ratio entre Leliq y depósitos a plazo del sector privado, era del 62%. El día de la elección, era 101%. Es decir, el crecimiento de las Leliq, que son emisión futura, descuenta que hay un desequilibrio monetario muy fuerte. Si se consideran las Reservas líquidas del Banco Central (BCRA), es decir las que se pueden usar por ejemplo para atender una corrida, versus los pasivos monetarios, el tipo de cambio de convergencia es mucho mayor a los $46 que se registraban previo a las Paso. Era una bomba que iba a explotar en cualquier momento.

P-Siendo que el Fondo apostó fuerte por la reelección, el resultado adverso para el gobierno, ¿no suma incertidumbre?

R-Eso es una interpretación periodística. El FMI no puede apoyar a nadie en una elección. Lo que se hizo fue un programa amplio de asistencia financiera al país, porque de lo contrario Argentina entraba en default el año pasado. El FMI no hace política, los periodistas hacen política…

P-¿A qué refiere con cambios profundos?

R-En primer lugar es necesario sanear la hoja de balance del BCRA, y dudo que a esta altura el BCRA tenga la reputación suficiente para hacerlo. A mi entender debiera desaparecer el rol de la política monetaria, porque hemos abusado de ella. Y después medidas de consistencia social. Tenemos un sistema de seguridad social quebrado, con un nivel de gasto indexado, que genera un déficit permanente que no se puede financiar. Además, son necesarias medidas fiscales, medidas regulatorias, que a esta altura ya deben ser dolorosas.

P-¿Esto último significaría por ejemplo reducir la cantidad de empleados públicos?

R-Puede haber soluciones más creativas, pero en última instancia, sí. Por lo pronto, esa discusión es necesaria, y no está en la agenda de nadie.

P-¿Qué opina del paquete de medidas poselecciones?

R-Esta claro que los anuncios de la semana posterior a las Paso le costaron la cabeza a Dujovne. Ese plan, que está fuera del acuerdo con el FMI, implicaba un retroceso, en el sentido de que afectaba la solvencia en el tiempo de las cuentas públicas. Es el motivo por el que se dispara el riesgo país, porque las medidas significaban un incumplimiento de las metas fiscales, y daba a entender que el acuerdo con el FMI se debía caer. Esta semana, se aclaró que se van a generar los ingresos necesarios para cumplir las metas acordadas con el Fondo. Lo que no se dijo, es cuál será el mecanismo para lograr esa mejora en los ingresos.

P-En realidad, Lacunza no hizo anuncios…

R-Efectivamente. Lo que hizo el nuevo ministro fue un relato, donde lo único importante es informar que se va a cumplir el acuerdo con el FMI, sin explicar de qué forma.

P-¿Es posible una renegociación de la deuda con los mercados voluntarios?

R-Argentina tiene hoy un doble problema respecto a la deuda. Un problema de stock, porque nadie va a querer renovar la deuda argentina si es que Argentina no tiene capacidad de pago. Y un problema de flujo, porque no generamos los ingresos suficientes en dólares para pagar los intereses de la deuda, lo que implica que en algún momento dejaremos de pagar. Ahí vendrá la renegociación, que puede ser ordenada o no. Nadie puede responder como sucederá eso.

P: ¿Existe riesgo de hiperinflación?

R: Antes de responder, sería necesario definir a que llamamos “hiperinflación”. Pero estrictamente, la respuesta es ‘si’. Pero también hay que decir que la economía actual es muy diferente a la de 1989, que tenía mecanismos indexatorios muy aceitados. Aquella dinámica explosiva de precios no fue solo hiperinflación, es bastante más complejo.

P: ¿Cuál es el dato que determina el inicio de la hiper?

R: No existe un punto discreto a partir del cual se puede decir “hay hiperinflación” y antes era “inflación crónica”. Argentina de alguna forma ya está en hiperinflación. Lo que sucedió el año pasado tras las corridas de abril y junio, determinó una senda de hiperinflación que luego se diluyó transitoriamente con el Plan Sandleris. Ahora sucede lo mismo. En los próximos meses, la inflación puede trepar al 5%, 6% o 7%. Si se verifican esos valores y se anualiza ese registro, eso ya es hiperinflación. La señal más clara de ello, es que no hay precios de referencia. La otra, es el colapso de la demanda de dinero. En estas semanas, no se están renovando la totalidad de los plazos fijos en pesos y en dólares. Todo indica que ya estamos en hiperinflación, solo que aún no nos dimos cuenta.

Quién es Mariano Fernández


Mariano Fernández es licenciado en Economía (UBA) y máster en Economía (Ucema).

Fue profesor titular de las cátedras Macroeconomía y Macroeconomía Superior en la UADE y adjunto en Finanzas Internacionales en la Universidad Torcuatto Di Tella.

Fue asesor del Dr. Carlos Rodríguez en la Jefatura de Gabinete del Ministerio de Economía de la Nación (1997).

Actualmente es director de Admisiones del Grado y secretario académico del Departamento de Dirección de Empresas de la Ucema.



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