Vaca Muerta aísla a la región del potencial proteccionismo

Es imposible saber si las ideas de ultra derecha ideológica plasmadas en las primeras decisiones políticas de Bolsonaro, se trasladarán de forma lineal al plano económico. Pero algo sí es seguro, el rumbo que escoja el nuevo gobierno en el vecino país, impactará de un modo u otro en la Argentina.

En la actualidad, uno de cada cuatro pesos que exporta nuestro país, tienen como destino el Mercosur, del cual Brasil es líder natural por envergadura económica y cantidad de población. En términos macro, una rápida recuperación económica en Brasil, podría ser el motor que Argentina necesita para traccionar la salida de la recesión desde mediados de 2019.

Para nuestra región sin embargo, el perfil económico que adopte Bolsonaro, no luce determinante.

El potencial que ostenta el desarrollo en torno a Vaca Muerta y el derrame de actividad y riqueza, hacia adelante y hacia atrás en la cadena productiva, tiene la capacidad de crear un microclima económico que aísla a la región de los efectos de la recesión que vive el resto del país. Algo similar sucede respecto a Brasil, mucho más si se tiene en cuenta que el país carioca cuenta con reservas, pero aun no es un actor protagónico en shale oil ni en shale gas.

Respecto a la fruticultura, una política proteccionista en Brasil que incremente las barreras no arancelarias, podría tener un efecto negativo.

Lo cierto es que la realidad de la fruta está hoy mucho más atravesada por la carencia de políticas adecuadas a nivel interno, que por lo que pueda decidir Bolsonaro. Acá la mente está puesta en la cosecha y en cómo superar las dificultades actuales.

En términos geopolíticos, Brasil podría recuperar el liderazgo regional que, ilusoria o realmente, venía intentando llevar adelante Argentina.