Vehículos autónomos: una fantasía que depende del 5G

Los vehículos autónomos ya son una realidad en algunos lugares del mundo. Sin embargo, en Argentina ese desarrollo está limitado a la implementación del 5G, o de nuevas tecnologías que permitan una interacción más dinámica entre los dispositivos y las tecnologías, algo que está muy lejos para que ocurra.

Redacción

Por Redacción

Mientras el mundo esperaba que en este siglo los autos tuvieran plena autonomía, un imaginario apalancado por películas de ciencia ficción, esa posibilidad está cada vez más lejos para nuestro país.

La existencia de los vehículos autónomos es ya una realidad en algunos lugares del mundo. Sin embargo, en Argentina ese desarrollo está limitado a la implementación del 5G, o de nuevas tecnologías que permitan una interacción más dinámica entre los dispositivos y las tecnologías.

Si bien se acaba de lanzar la licitación para el despliegue del 5G en nuestro país, el panorama macroeconómico y el desarrollo tecnológico indican que esta tecnología no se terminará de implementar.

En parte, la altísima inversión resulta poco atractiva para los niveles de rentabilidad de las empresas de telecomunicaciones y, a su vez, el público en general no demanda mayor tecnología para el tipo de aplicaciones que hoy se utilizan.

Sin embargo, el 5G es el mejor recurso para lograr que los vehículos autónomos circulen de manera eficiente y sin riesgos, más aún en plena evolución digital, donde las IoT están en permanente interacción.

Factores a tener en cuenta



En este contexto, los especialistas de F5 LATAM explican por qué el desarrollo de transportes autónomos está estrictamente ligado al 5G, o a otro tipo de tecnologías más evolucionadas. La respuesta está en 3 factores: latencia, ancho de banda y densidad.

Para los vehículos autónomos hace falta una tecnología que en Argentina no está desarrollada.


– El impacto de la latencia: es el tiempo que tarda el mensaje del emisor al receptor. Muchas veces ese tiempo está dado por el canal que lo transmite y el equipamiento que lo integran. A medida que evoluciona la tecnología la latencia es menor. Para que un vehículo pueda circular de manera autónoma la conexión es crucial porque puede requerir decisión en tiempo real. 

– Conectividad por km2: hay mucha diferencia tecnológica entre el 4G y el 5G, o una superior ante la posibilidad de conectar muchos dispositivos por km2. Hoy la tecnología soporta alrededor de 100 mil por km2. Sin embargo, el 5G permite cerca de 1 millón en la misma superficie.

– Ancho de banda: el mundo va hacia ciudades inteligentes, donde los objetos empiezan a tener cada vez mayor capacidad de resolución. Todo eso va apalancado en una tecnología 5G, porque permite disponer de un ancho de banda que posibilitará un intercambio fluido entre los IoT y la Inteligencia Artificial. La interacción entre los dispositivos necesita cada vez más capacidad de banda ante los nuevos desarrollos y aplicaciones que propone el mercado

Si estas condiciones no están dadas, el despliegue de vehículos autónomos en Argentina va a seguir siendo una utopía. Por el momento, el mundo ya está viendo con buenos ojos la llegada del 6G, donde el espectro se vuelve aún más eficiente. Pero eso está aún más lejos para nuestro territorio.

Asesoraron: Bernabé Crena, consultor senior de F5 LATAM y Martín Bertozzi, gerente de grandes cuentas Telcos de F5 LATAM.


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