Bares: “No somos parte del problema, sino de la prevención”
El sector gastronómico se siente castigado pese al esfuerzo que puso al acatar cierres y múltiples restricciones. Pide que el “quedate en casa” se reemplace por “cuidate y cuidame”.
“No somos puntos de contagio sino vehículos de educación en la prevención”. Ese es el mensaje desde los bares, confiterías y restaurantes de ciudades de Río Negro que han implementado los protocolos sanitarios. Los hacen cumplir porque de ello depende seguir trabajando y que no se conviertan en motivo para hacer retroceder la apertura de sus locales a fases más restrictivas que las actuales.
Con pocas variantes a lo largo y ancho de la provincia, estos comercios intentan remontar varios meses cerrados y estiman a partir de su reapertura una fuerte caída de la facturación -entre 40% y 66%- solo en los horarios permitidos. Ni hablar de la pérdida si se considera la jornada que tenían previo a la pandemia. Por eso mismo, son los más interesados en mantener la apertura y ampliarla -ahora con el verano- a los siete días de la semana desde temprano en la mañana y hasta las 24. En consecuencia el protocolo sanitario se observa en todos, aseguran, con independencia de las inspecciones que realicen los municipios.
Desde la parte oficial en las diferentes ciudades, las infracciones más frecuentes han sido justamente por incumplimiento de los horarios de apertura y cierre.
En cuanto a los protocolos en sí, son casi idénticos (ver más abajo) en todas partes porque de origen provienen de la Nación y en cada municipio solo hay mínimas adaptaciones a casos particulares.
En atención a ello, Adrián Mucarcel, quien es vicepresidente de la Asociación Empresaria Gastronómica de los Valles de Río Negro (filial de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina-Fehgra) señala que “estamos convencidos de que los contagios no vienen por el lado comercial, no solo de la gastronomía u hotelería, sino de cualquier comercio porque son lugares muy controlados y controlables. Somos los custodios de los protocolos en esta pandemia y creemos que lo estamos llevando muy bien. En gastronomía fuimos capacitados, tenemos todos la misma información, quienes nos inspeccionan también, o sea que escuchamos la misma fuente”.
• Desde Viedma, la capital rionegrina, Valeria Pereyra de Café Martínez, informó que “haciendo un análisis, no nos está yendo bien. Hay que ver que tenemos 11 empleados. La realidad es que uno no se libra de pagar nada. Estamos en un 40% de lo que veníamos trabajando el año pasado y hay días que menos y uno se pregunta ¿qué hago acá? Estoy súper agradecida con la gente de Viedma porque dentro de todo nos responde. Cumple el protocolo, respeta y todos entienden que es la nueva realidad. Tenemos controles del municipio, más que nada por el tema de Bromatología”.
• En Roca, los controles son intensos y frecuentes y se realizan desde Inspectoría General municipal. “Hasta tres veces en un día puede que nos visiten” dice Mucarcel, encargado a su vez de una confitería céntrica.
• En Cipolletti, desde la flexibilización del sector gastronómico, a comienzos de julio, prácticamente no se modificó el protocolo de sanitario. El único cambio fue sobre la capacidad de ocupación de los comercios, que pasó del 30% al 50%. Desde el área de Comercio del municipio indicaron que el fin de semana hubo algunos “problemas” con el requisito del registro de las reservas y que a partir de ahora serán más estrictos con el control. En general, no hubo inconvenientes “porque los comerciantes” cumplen ya que hasta el momento se registró la clausura de un solo comercio desde la apertura.
Poco control
Una situación peculiar constató RÍO NEGRO en Regina, donde los controles de los protocolos sanitarios en bares, confiterías y restaurantes son casi nulos por parte del municipio o Salud Pública y son los mismos titulares de estos negocios los que se encargan de darle cumplimiento. “Sabemos que si cometemos un error estamos expuestos a que se vuelva a determinar el cierre y eso no lo queremos”, coincidieron varios emprendedores.
“Estamos lejos de los niveles de ingresos que había antes de la pandemia. Durante varios meses tuvimos las puertas cerradas y hubo que incursionar en alternativas para sostenernos”, relató Juan Suizán, uno de los titulares del restaurante Roma ubicado sobre el ingreso este a la ciudad.
La hotelería está peor porque los habilitaron a trabajar, entonces perdieron algunos beneficios, pero les cerraron las rutas”.
Adrián Mucarcel, vice- presidente de Asociación Gastronómica de los Valles
Clausuras
En el extremo oeste de Río Negro, el municipio barilochense impuso 7 clausuras y 30 multas en lo que va de la apertura Los dueños de cervecerías, bares y locales gastronómicos tuvieron que adaptarse, urgidos por la necesidad de mantener a flote sus negocios sin turismo, la principal actividad económica de la ciudad. Por eso, implementaron protocolos que la Municipalidad revisó antes de que les permitieran abrir. El secretario de Fiscalización municipal, Javier Fibiger, informó que desde la reapertura en julio, salió a fiscalizar “los protocolos presentados por los establecimientos y los aforos de personas y medidas sanitarias”.
Comentó que “se han aplicado sanciones e incluso se han realizado clausuras, como el caso de una cervecería que realizaba eventos”. Se trata del local de la calle Vicealmirante O’Connor al 600. “Nuestra primera preocupación es la preservación de la salud de nuestros vecinos: de quienes consumen y de quienes venden”, afirmó Fibiger.
En cifras
- 30 %
- de emprendimientos gastronómicos cerró en los Valles de Río Negro, según la asociación que los nuclea.
- 40% a 66%
- es la caída de facturación estimada en los bares, confiterías y restaurantes respecto de los ingresos en meses previos a la pandemia.
Voces de prestadores y autoridades
Valeria Pereyra, Café Martínez, Viedma:
“Cumplimos el protocolo municipal y el de la firma dueña de la franquicia. Tenemos el personal separado en tandas para evitar que se crucen”.
“La capacidad nuestra está a un 50%. Teníamos antes de la pandemia 30 mesas y en la actualidad colocamos 13 dentro del local. Cada una tiene su recipiente de alcohol en gel y ahora se utiliza como carta/menú un código QR”.
“En principio fue todo complicado, pero nos hemos adaptado, sobre todo porque hay gente que no está tan amigada con la tecnología como en los pagos”.
Javier Fibiger, Fiscalización, Municipio Bariloche:
“Hay que seguir trabajando en la responsabilidad social que debe tener ya cada persona. Si somos responsables, podemos seguir avanzando en la apertura de la ciudad”.
“En la mayoría, el Municipio acompaña antes de sancionar. Obviamente que cuando se incumple y fue reiterada la falta se procede a la sanción”.
Ileana Nasimbera, Comercio, Municipio Cipolletti:
“El control corresponde al comerciante y nosotros nos encargamos de fiscalizar. En general se respetan las medidas”.
Adrián Mucarcel, Nuevo Molino, Roca:
“Quiero destacar el esfuerzo del personal que se pudo bancar con el famoso ATP (del gobierno) y así pudimos conservar el lugar de trabajo”.
“El cliente debe exigir que se cumpla el protocolo en cada lugar. Eso es muy importante en los dos rangos, la juventud y la gente mayor”.
Juan Suizán, Restaurante Roma, Regina:
“A partir de que se habilitó la apertura, lo que se hizo fue aprovechar los espacios al aire libre para colocar mesas y suplementar de ese modo”.
Victoria Argañaraz, Municipio Roca:
“De las inspecciones realizadas la mayoría de las actas que se hicieron son por circular sin la documentación (en la vía pública) por no respetar el horario de cierre en comercios y por realizar reuniones sociales en domicilios particulares entre personas no convivientes”.
Pablo Merse, Club Social Colonia, Regina:
“Hay mucha conciencia de que un incumplimiento no solo puede implicar el cierre del negocio y afectar al sector, sino además multas imposibles de pagar”.
Cuáles son los principales protocolos en bares y restaurantes:
Los 3 puntos más importantes:
• USO OBLIGATORIO DEL TAPABOCAS:
los clientes deben usarlo en todo momento, salvo mientras estén sentados bebiendo o consumiendo alimentos.
• DISTANCIAMIENTO SOCIAL:
las mesas estarán alejadas entre sí. Los clientes deberán mantener distancia de 2 metros dentro del establecimiento.
• DESINFECCIÓN DE MANOS:
el cliente deberá tener de manera accesible alcohol para poder higienizar las manos, las veces que necesite.
y además,
• Asistir con reserva previa: cada cliente deberá llenar una planilla con sus datos personales.
• Los mozos deben tener de manera permanente el tapabocas y la mascarilla.
• Las mesas no deben tener manteles de tela o deben tener cobertor plástico. Deben limpiarse bien entre cliente y cliente.
• No puede haber servilleteros, condimentos, azúcar o sal: los provee y manipula el mozo.
• Las cartas deben estar en atriles, pizarrones o plastificadas.
• Debe haber alcohol en gel al ingreso del establecimiento.
• No debe haber mesas ni clientes debajo del aire acondicionado.
• En los baños tiene que haber jabón líquido y toallas de papel, para su posterior desecho.
• Protocolos impresos sobrelos cuidados y correcto lavado de manos en los sanitarios e interior del local.
• No se permite fumar dentro ni fuera del establecimiento.
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