Bernardi permanece detenido en el barrio Lavalle

Corrupción de menores

El camarista suspendido Juan Bernardi fue trasladado el lunes por la tarde al Destacamento de Bomberos del barrio Lavalle, donde permanece detenido por orden del juez Favio Igoldi que lo procesó, con prisión preventiva, en el marco de la causa en la que se lo investiga como presunto autor del delito de corrupción de menores.

El magistrado imputado en ese conmocionante caso, pasa las horas en una pequeña habitación con rejas, ubicada a un lado de la oficina de recepción del pequeño cuartel, de la que debe salir para ir al baño que también es de uso del personal de Bomberos que se desempeña en el lugar.

La custodia, está conformada por un efectivo del Servicio Penitenciario, otro de la policía de Río Negro y reforzada por los propios uniformados que cumplen tareas en el cuartel.

Las instalaciones fueron recorridas el domingo por el ministro de Seguridad y Justicia Gastón Pérez Estevan, quien previendo que el Consejo de la Magistratura pudiera disponer el desafuero del camarista buscó un sitio adecuado para resguardar la integridad del imputado, considerando su condición de juez.

“El Servicio Penitenciario Provincial debía otorgarle un lugar ajeno a la cárcel pero que a la vez estuviera en la circunscripción del Juzgado, porque no está condenado sino procesado y está a disposición del juez interviniente”, explicó el funcionario a DeViedma.

El ministro negó haber acompañado a Bernardi al lugar de detención, sino que fue el día anterior a verificar el lugar. Dijo que el acusado llegó a la Unidad Regional Primera de Viedma a ponerse a disposición del Juzgado y desde allí fue llevado a la Comisaría Primera desde donde se lo trasladó al Destacamento del barrio Lavalle.

Allí tiene la posibilidad de salir al exterior de la pequeña edifición, puede recibir visitas en los horarios previstos, y permanece todo el tiempo custodiado por los agentes de seguridad. “Es el mismo régimen que cualquier otro en el SPP”, dijo Pérez Estevan. Dijo que había dos o tres lugares posibles que se le sugirieron a Igoldi y fue ese el sitio elegido.

El destacamento hace un par de años que funciona allí, y cuenta con una pequeña habitación con una cama y un escritorio, una ventana con rejas y la puerta que sale a la oficina de recepción y al baño.

Ayer, pasado el mediodía, DeViedma estuvo en el lugar y conversó brevemente con los custodios asignados a la tarea. En ese momento su actual pareja se encontraba acompañándolo, junto a sus dos hijos que lo visitaron a la hora del almuerzo para llevarle la comida.

El ministro afirmó que hay en el lugar un libro de visitas y que para poder acceder al juez hay que cumplimentar todos los requisitos de la misma manera que en la Alcaidía. El magistrado no puede estar allí, porque lógicamente en ese lugar hay condenados por él mismo, lo que podría ser un riesgo para su integridad, según explicó Pérez Estevan.

DeViedma