Boca en llamas

El vestuario de Boca no tiene paz. Las polémicas declaraciones de Clemente Rodríguez en la noche del lunes enervaron a un Julio César Falcioni que ayer juntó en la cancha a sus jugadores y les hizo saber que su actitud iba a cambiar, que iba a dejar de lado el silencio si ellos seguían disparándole por elevación. No hay vuelta atrás en la relación entre el entrenador y parte del plantel. Sólo resta ver qué sucederá de acá a fin de año y por qué bando se jugará la dirigencia. Las palabras de Clemente Rodríguez hicieron real ruido desde los micrófonos de radio La Red. Según el lateral, el DT no le avisó que iba a sustituirlo en el entretiempo del clásico ante River. “Esto con (Román) Riquelme no pasaba. Es la primera vez que me pasa en mi carrera. Le pregunté a (Javier) Sanguinetti si salía yo porque Falcioni no me dijo nada”, señaló el experimentado lateral, y arremetió: “Me quedé muy sorprendido. Cuando estaba Riquelme, estas cosas no pasaban”. Sus palabras fueron una bomba directa a la cabeza de Falcioni, quien horas antes había recibido con fastidio los reproches de Rolando Schiavi, enojado porque el DT dispuso que fuese Santiago Silva y no él quien se encargase de ejecutar el penal. Falcioni no anduvo con medias tintas y antes de la práctica de ayer juntó al plantel en la mitad de la cancha y le hizo saber que su actitud iba a cambiar también puertas afuera del vestuario. Es más, varios de los protagonistas de esa tensa charla confesaron que el técnico le recordó a Clemente que había guardado silencio y no había ventilado su postura de “no jugar contra Belgrano”. Los denominados ‘amigos de Riquelme’ y Falcioni nunca tuvieron una buena relación. Cuando estaba en actividad era Román el foco de atención, pero ahora pasó a cuarteles de invierno. Y son sus ‘allegados’ quienes quieren afuera al Emperador. Lucas Viatri hizo varias declaraciones a favor del ‘10’, Pablo Ledesma le pegó duro al entrenador y miró varios partidos desde afuera, y con Clemente no es el primer entredicho. ¿Cortará Julio César al lateral? Es poco probable, porque lo necesita para el partido ante San Lorenzo, sobre todo después de la lesión de Juan Sánchez Miño (luxación de hombro). La dirigencia nunca le restó apoyo a Falcioni, aunque hubo algunas ausencias. Lo respaldó cuando se dijo que renunció, a la vuelta de un viaje por la Libertadores y desde Caracas. Pero el espaldarazo más firme lo tuvo el técnico cuando Daniel Angelici y los suyos lo eligieron a él por sobre Riquelme, el máximo ídolo en la historia xeneize. Ayer, el propio presidente, el vice segundo Juan Carlos Crespi y el secretario José Requejo se acercaron hasta el entrenamiento para brindarle respaldo a Falcioni en tiempos de tormenta. El presidente incluso le hizo saber a Clemente que debería haberse callado. “La mejor manera que tienen para expresarse (los jugadores) es dentro de una cancha y no en los micrófonos”, se quejó. Y se refirió en buenos términos a la labor de Falcioni, a pesar de decir que “el equipo sigue jugando mal”. “Yo al vestuario lo veo bien, el técnico toma las decisiones y hay que respetarlas. Todos los jugadores deben estar molestos si los sacan en el superclásico, pero hay que tratar de no exteriorizarlo demasiado”, señaló. Volvió a repetir que Falcioni seguirá como mínimo hasta diciembre (cuando vence su contrato) y, en otro buen gesto para el DT, dijo que van a analizar si después de fin de año se cortan a algunos jugadores. “Eso lo vamos a evaluar con el cuerpo técnico en diciembre. Recién ahí veremos qué vamos a hacer”, disparó. Guiños para un cuestionado Falcioni de la dirigencia. Claro, quedan siete fechas, varios partidos complicados para un club que siempre es una hoguera. En el fútbol, nada está dicho. Y eso lo demostró el mismísimo Boca, el domingo en el Monumental.

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