«Borges es Maradona»

Lo dice el titular de la Academia de Letras. Luis Barcia analiza la influencia del autor.

BUENOS AIRES.- En su prólogo al «Leopoldo Lugones» de Jorge Luis Borges, Bettina Edelberg sostiene:  «Para Borges y sus contemporáneos el problema era escribir después de Lugones. Para los escritores que llegamos después de Borges, la gran dificultad es salvarnos de su magia para inventar algo distinto».

En ese tren de razonamiento, acota: «Se suele abusar de una cita de Witold Gombrowicz (escritor polaco), quien al abandonar la Argentina, desde el barco, gritaba: `Maten a Borges´».

Ahora, en pleno desarrollo de la Feria Internacional del Libro, el peso de Borges en la literatura argentina es tema excluyente en mesas redondas, y declaraciones de escritores y críticos.

En este marco, Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras, reflexiona sobre Borges en términos de «un problema» para la literatura argentina: «Desde su aparición , Borges resultó un problema; generó un complejo. Para ser más gráficos, es algo parecido a lo que ocurre con Maradona en el fútbol: todos están esperando a su sucesor. Entonces, la mayoría cree que Messi es el indicado, cuando en realidad, el pibe tiene 18 años y nunca va a ser Diego porque cada persona es diferente».

Para Barcia, autor de más de 25 libros, entre ellos la rigurosa «Historia de la Historiografía de la Literatura Argentina», en materia de literatura los argentinos padecen «una necesidad de comparar cada nueva promesa con Borges, y obviamente, nadie va a estar a su altura».

En declaraciones a una hoja que publica la Secretaría de Medios de Comunicación, dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Presidencia de la Nación, Barcia sostiene: «Lo que hay que hacer es apoyarse en la obra de Borges, utilizarla para crecer y generar algo nuevo, tal como lo hizo él con otros autores cuando comenzó».

Luego acota: «Hoy existen excelentes novelistas y cuentistas, pero hay flojos ensayistas y faltan poetas. La educación ha eliminado a la poética de sus apuntes, y eso generó una sangría

en el género».

Siempre en relación a la proyección internacional de escritores argentinos, Barcia opina: «Hernández, con Martín Fierro, era especial. Su obra habla de sometimiento y de la rebeldía de la identidad propia ante la condena que quieren imponer las reglas sociales. Un tema casi universal, que era real en esta región, pero que podía serlo en cualquier otra. Por supuesto, se sabe que ha sido traducido a infinidad de idiomas y es un referente de aquella época. Pero no tiene la proyección internacional que alcanzó Sarmiento».

Advierte entonces Barcia que «ya más cerca de la actualidad, podemos nombrar a Enrique Mallea, aunque hoy esté casi olvidado, pero sin duda Borges marcó un antes y un después en la literatura de nuestro país. Fue un adelantado en todo sentido». (ABA)


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