Breve corte de ruta y promesa de más protestas

Continuarán las concentraciones los domingos.

El número de manifestantes –calculados en 500 por Gendarmería– no era el que esperaban los asambleístas.

DyN

GUALEGUAYCHÚ.- Sólo 500 asambleístas de Gualeguaychú cortaron ayer durante casi dos horas la ruta que comunica con Uruguay, retomando así las protestas contra la instalación de la pastera UPM, ex Botnia. A la vez, cuestionaron el acuerdo binacional de monitoreo del río fronterizo y ratificaron que “no ha terminado” el conflicto.

El número de convocados no era el que esperaban los asambleístas, ya que en otros momentos de la protesta participaron miles de manifestantes.

Entre 500 y 600 vecinos estimó ayer Gendarmería, un número que expresa la debilidad con que se retoma la protesta.

Los asambleístas se concentraron a media tarde de ayer al costado de la ruta, en el paraje Arroyo Verde, hasta que a las 16.30 decidieron interrumpir el tránsito en la carretera para leer una proclama y luego realizar la habitual asamblea de los domingos, que finalizó pasadas las 18.

Los habitantes ratificaron que continuarán las concentraciones en la ruta durante todos los domingos de setiembre, y decidieron ampliar la protesta en las próximas semanas con movilizaciones a Plaza de Mayo, la Embajada de Uruguay y Fray Bentos, donde está emplazada la pastera.

Uruguay prohibió la realización de manifestaciones contra la fábrica en su territorio, pero los ambientalistas se proponen organizar allí charlas de “concientización” sobre la contaminación que, afirman, está causando la planta finlandesa.

La medida, dijeron, se realizará como rechazo a las declaraciones del canciller uruguayo, Luis Almagro, quien aseguró que es “impracticable” la relocalización de UPM.

Con la medida de protesta de ayer, la Asamblea de Gualeguaychú retomó los cortes de ruta tras la tregua de dos meses que dispusieron para permitir que los gobiernos de Argentina y Uruguay acordaran un monitoreo conjunto del río, que se está poniendo en marcha y que incluirá no sólo a UPM, sino a todas las empresas situadas en ambas márgenes.

La Asamblea, por medio de la proclama que leyó la ambientalista Paola Robles, advirtió a los gobiernos de ambos países que está “en sus manos” finalizar el conflicto y se quejaron por la judicialización de la protesta iniciada en junio pasado por la gestión de la presidenta Cristina Fernández.

Los manifestantes exigieron al gobierno argentino que explique “a qué fueros recurrirán para plantear el reclamo sobre la contaminación atmosférica” y del “impacto socioeconómico en la región” que habría causado la pastera.

La Asamblea Ciudadana reiteró que, “mientras Botnia-UPM siga allí envenenando” la región, el “conflicto seguirá abierto”, y se quejó porque el gobierno no ha aportado “resultados concretos” pero, en cambio, “vuelve a dilatar los tiempos.

“Pareciera que el monitoreo es para que Botnia-UPM se quede, para que ‘no contamine’, como dijo el canciller, lo cual sabemos que es imposible y no para ser desmantelada como se sostuviera frente al Tribunal Internacional de La Haya en su momento”, reprocharon. (DyN)

CONFLICTO POR LA PAPELERA EN URUGUaY


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