Buena representante
La barilochense Pamela Roncati, que actualmente cursa su ultimo año de la carrera de Diseño de Interiores, fue una de las seleccionadas para participar y exponer uno de sus trabajos en la 29 edición de Casa Foa 2012, referente indiscutido en la agenda cultural del país y una cita ineludible para conocer las últimas tendencias del diseño en un marco de multiplicidad de gustos y estilos. La joven fue seleccionada en el marco de la 3° edición del concurso de diseño creado por Casa Foa con el objetivo de “fomentar, reconocer, difundir y premiar la creatividad y el talento orientado al diseño”, esta vez, de bancos urbanos. Para la elección de los 20 bancos que finalmente se expusieron, se tuvo en cuenta la creatividad e innovación como así también el cuidado en la presentación general de los bancos y la buena ejecución constructiva de los objetos, apuntando a su durabilidad a través del tiempo. Su obra expuesta por Pamela es un banco urbano de singular diseño que parte de la premisa de aportar al reciclaje, utilizando para su construcción maderas y hierros en desuso, generando asientos escalonados y un receptáculo para arrojar y almacenar allí las tapitas de bebidas (tan en boga por estos días), para luego ser recolectadas. El diseño se inspira en la imagen de una botella aplastada, evolucionando en su forma hasta lograr mas simpleza, logrando así seguridad para el público, minimizar el efecto del vandalismo y ganar durabilidad en el tiempo con mínimo mantenimiento.
La barilochense Pamela Roncati, que actualmente cursa su ultimo año de la carrera de Diseño de Interiores, fue una de las seleccionadas para participar y exponer uno de sus trabajos en la 29 edición de Casa Foa 2012, referente indiscutido en la agenda cultural del país y una cita ineludible para conocer las últimas tendencias del diseño en un marco de multiplicidad de gustos y estilos. La joven fue seleccionada en el marco de la 3° edición del concurso de diseño creado por Casa Foa con el objetivo de “fomentar, reconocer, difundir y premiar la creatividad y el talento orientado al diseño”, esta vez, de bancos urbanos. Para la elección de los 20 bancos que finalmente se expusieron, se tuvo en cuenta la creatividad e innovación como así también el cuidado en la presentación general de los bancos y la buena ejecución constructiva de los objetos, apuntando a su durabilidad a través del tiempo. Su obra expuesta por Pamela es un banco urbano de singular diseño que parte de la premisa de aportar al reciclaje, utilizando para su construcción maderas y hierros en desuso, generando asientos escalonados y un receptáculo para arrojar y almacenar allí las tapitas de bebidas (tan en boga por estos días), para luego ser recolectadas. El diseño se inspira en la imagen de una botella aplastada, evolucionando en su forma hasta lograr mas simpleza, logrando así seguridad para el público, minimizar el efecto del vandalismo y ganar durabilidad en el tiempo con mínimo mantenimiento.
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