Buscaba peces pero su caña pescó una granada

Un menor pescaba a orillas del Limay el viernes y extrajo una granada. El grupo que lo acompañaba avisó a la policía y más tarde hallaron cinco explosivos más. Ordenaron su detonación.

SAN CARLOS DE BARILO-CHE (AB).- Un grupo de pescadores se llevó una sorpresa mayúscula cuando uno de los inte- grantes, menor de edad, «pescó» una granada en las nacientes del río Limay.

Ante la denuncia, buzos de Prefectura Naval constataron que había otras cinco granadas en el lecho del río. El juez federal Leónidas Moldes intervino en la causa abierta tras el hallazgo y ordenó hacer detonar los explosivos.

El llamativo hecho ocurrió en la tarde del viernes Santo, cuando un niño extrajo con su caña de pescar una granada que sería de fabricación española, tipo AMX5, a unos cien metros del puente de la ruta nacional 237 sobre el río Limay. Al lugar se puede acceder en vehículo y es un sitio frecuentemente utilizado por los pescadores.

Ante la inesperada novedad, los pescadores alertaron al destacamento policial contiguo al puente, en la provincia de Neuquén, los cuales dieron intervención a la Regional III de Bariloche, ya que los explosivos se encontraban sobre la ribera rionegrina.

La policía dio intervención a Prefectura Naval y al juzgado federal de esta ciudad.

De inmediato se dispuso un minucioso rastrillaje del lugar, a cargo de personal de Prefectura y Gendarmería. Durante la tarea bajo el agua, los buzos hallaron otras cinco granadas en el lecho del río.

Cumplimentadas todas las pericias y diligencias procesales, el juez federal, Leónidas Moldes, ordenó hacer detonar las seis granadas e impuso el secreto de sumario en la causa.

La del viernes no es la primera vez que se descubren granadas en las aguas aledañas a esta ciudad. Explosivos similares fueron encontrados hace varios años en el arroyo que une ambos lagos Moreno, debajo del puente de la ruta del Circuito Chico.

Asimismo, un explosivo de iguales características habría explotado hace un mes junto a Fabián Velázquez, un joven de esta ciudad que perdió la vida en el hecho.

Hasta la fecha no pudo establecerse el origen de esa granada. Fuentes allegadas al Ejército Argentino informaron en aquel entonces que este tipo de explosivo es considerada un arma de guerra, pero no son utilizados por la guarnición local.

La policía rionegrina se limitó a confirmar ayer el hallazgo, pero negó tener mayor información. Desde Prefectura y Gendarmería se escudaron en el secreto de sumario y mantuvieron un hermético silencio.

El motivo por el cual los explosivos habrían sido arrojados al río es por ahora un misterio. El lugar del hallazgo permite suponer que alguien quiso «deshacerse» de ellas. Lo curioso es que las tiraran en un lugar muy transitado, ubicado a pocos metros de un destacamento policial.

Las fuentes consultadas por este diario negaron la posibilidad de que alguien halla arrojado los explosivos al agua con la intención de hacerlos estallar y recoger luego los peces muertos. «Esto, que es una barbaridad, podría hacerse en un lago pero nunca en un río», coincidieron.


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