Causa Muñoz: procesamientos múltiples incluyen a empresario cipoleño

Bonadio apuntó a 28 familiares y allegados del fallecido secretario de los Kirchner. A Ludman lo embargaron por 1.000 millones de pesos.

Entre los 28 procesamientos que acaba de dictar el juez Claudio Bonadio al entorno del fallecido secretario de los Kirchner, Daniel Muñoz, por presunto lavado de activos, figura el empresario de Cipolletti Gregorio Sebastián Ludman.

El magistrado considera a Ludman como “coautor del delito de lavado de activos”, al señalar que fue “integrante de la organización” y uno de los administradores de emprendimientos atribuidos a Muñoz, sus familiares y allegados, “a sabiendas del verdadero origen de los fondos con los que se vieron beneficiados”. El cipoleño fue embargado por 1.000 millones de pesos. No tendrá prisión preventiva, como la mayoría de los procesados.

Los nuevos procesamientos de Bonadio alcanzaron a Alejandrina Pochetti, familiar de Carolina Pochetti, quien fue la pareja de Muñoz; a uno de los hijos del ex secretario presidencial, Franco Muñoz y al ex jardinero de la familia Kirchner, Ricardo Barreiro, entre otros, por «lavado de activos de origen ilícito agravado”.


La causa es un desprendimiento del caso por los cuadernos de la corrupción que investiga el lavado de dinero por parte de allegados al fallecido Muñoz y, en este caso, la decisión abarcó el envío de fondos de origen ilícito al exterior mediante inversiones inmobiliarias y depósitos en bancos del extranjero a través de sociedades off shore.


Entre las operaciones investigadas figura la compra de un inmueble en el hotel «The Plaza» de Nueva York, por 13.050.000 dólares. También la transferencia de 1.849.850 dólares entre bancos de Panamá, Uruguay y Suiza. Además fondos que se destinaron a la compra de un departamento en 16051 Collins Avenue, en Miami por parte de Muñoz y su esposa Pochetti en 2013 y otro en Tumberry Ocean. En total para esas operaciones se transfirieron 2.500.000 de dólares.

La causa incluyó la formación de sociedades y adquisición de bienes en el Alto Valle rionegrino y en la provincia de Neuquén, concretamente en San Martín de los Andes y Villa La Angostura. Estas actividades fueron reveladas por “Río Negro” en una investigación de Ítalo Pisani, el 25 de febrero de este año.

En la investigación de “Río Negro” se puso en evidencia cómo el ex secretario de los Kirchner ingresó al mundo petrolero de la región de la mano de Ludman. Juntos crearon en 2008 DS Mayer SA para transporte de lubricantes y Proxi SRL para explotación y consultoría.

También este diario dio a conocer que los familiares y allegados de Muñoz Daniel Blanco, Carolina Pochetti (su viuda) y Luis Cugino formaron Patagon Experience SRL, que construyó las cabañas Patagon SMA en San Martín de los Andes. Ludman, de acuerdo a evidencias y testimonios del excontador de los Kirchner, Víctor Manzanares, fue administrador en esa firma y -previamente- en Patagonia Adventure, de Blanco, una importante inversión creada como operadora turística, explotadora forestal, inmobiliaria y asesora de servicios petroleros.

Por qué Ludman

En particular, Bonadio justificó el procesamiento de Ludman, teniendo en cuenta que:

– Hasta 2012, el cipoleño fue socio de Daniel Muñoz en las firmas Proxi SRL, dedicada a la actividad petrolera, y DS Mayer SA, orientada fundamentalmente al transporte.

– La firma Madaco SA (formada por el contador Manzanares  a pedido de Muñoz) adquirió de SL Group Representaciones y Servicios SRL (constituida por Ludman) un inmueble consistente en cuatro departamentos y un galpón en la calle Macá Tobiano de Río Gallegos, Santa Cruz. Ese último inmueble fue señalado por Manzanares como uno de los cuatro “escondites de tesoros de los Kirchner”.

– En Patagon Adventure, creada en 2005 con fondos aportados por Muñoz, Ludman tenía “un poder general de administración y trámites bancarios”.

– Asimismo, Pochetti -viuda de Muñoz- otorgó poder general de administración a Ludman para la firma Patagon Experience, a cuyo patrimonio se incorporó un complejo de doce cabañas y una hostería en Lago Puelo, Chubut. Se le adjudica a Ludman la operación de compra de tales bienes por gestión de negocios para y con dinero de Patagon Experience SRL. Esta sociedad fue también la que construyó las cabañas Patagon de San Martín de los Andes, pero Ludman aseguró ante la Justicia que no participó de la operación.

Cabe recordar que el contador Manzanares definió a Ludman como “hombre de confianza de Muñoz en Neuquén” y que de la propia boca del cipoleño escuchó “cómo estaba armando todo el espectro empresarial

de Muñoz” en la provincia, pues “dado el prestigio que tenía en Neuquén podía ayudar a generar negocios en la zona”.

“Negocios esotéricos”

En su declaración indagatoria por escrito ante el juzgado de Bonadio, Gregorio Ludman negó “terminantemente haber cometido delito alguno y dijo no haber conocido que el dinero utilizado en las operaciones comerciales en las que intervino pudiera tener algún origen ilícito”.

Añadió que su relación comercial con Muñoz estuvo declarada en los organismos correspondientes y nunca fue oculta, y que “puede advertir en forma retrospectiva que aquél se habría valido de esa relación -como así también de su prestigio en el lugar y su postura públicamente contraria al kirchnerismo- para justificar ante terceros su buen pasar económico”.

 “No menos cierto -agregó- es que me cansé de negar a Muñoz mi participación en negocios ‘esotéricos ’ que llegó a proponerme. Es decir, absolutamente inviables desde el punto de vista económico, comercial y financiero”.

Definió su vinculación con Patagon Experience y Patagon Adventure como mera “prestación laboral”.

Precisó el cipoleño que Blanco o Pochetti fueron quienes le pidieron que se ponga en contacto con Muñoz y, cuando lo hizo telefónicamente, éste último le dijo que “se dedicaba a la intermediación en la compraventa de jugadores de fútbol, que se había enterado de su renombre y buena imagen empresaria”, por lo que quería proponerle un negocio con camiones y servicios petroleros. Ludman respondió favorablemente, “aunque habría advertido que las operaciones debían ajustarse a los estándares de los severos controles de compliance de los posibles clientes, compañías petroleras mayormente extranjeras”. Se crearon así DS Mayer SRL, así como Proxi SRL “que jamás llegó a tener funcionamiento real”.

Señaló que Muñoz le ofreció “diversos proyectos de gran envergadura”, que rechazó, tales como la compra de cincuenta camiones en La Matanza, o de veinte camiones en Plaza Huincul. Asimismo puntualizó Ludman que Muñoz le pidió “mi asesoramiento logístico” en una operación “disparatada: millones de dólares, maquinaria obsoleta, con absoluto desconocimiento de las personas involucradas)”.


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