Chano Charpentier madura con “El doble”

“Un proceso de prueba y error” es el que transita el músico que abandonó el grupo que formó con su hermano y acaba de editar su segundo disco como solista, en el que aborda distintos ritmos.

Santiago “Chano” Charpentier, ex líder de Tan Biónica, acaba de lanzar su segundo disco solista “El doble”, con el que quiere marcar una diferencia y “transmitir un mensaje que no conduzca a la histeria”, distinto al que caracterizó a su proyecto anterior.

“Yo creí que esa histeria estaba buenísima, pero me di cuenta de que es mucho más valorable la persona que se siente identificada con alguna historia y no me escribe por las redes todo el día. Me alejé un poco de todo eso para preservar mi intimidad”, reflexiona el músico en diálogo con Télam.

Este nuevo trabajo discográfico que Chano da a conocer un año después de su debut como solista con “El otro”, se compone de nueve temas propios que dan cuenta del proceso que el músico atraviesa desde 2016, a partir de la separación de Tan Biónica, y los hechos mediáticos que protagonizó en los últimos tiempos.

“Es un disco sensible y refleja lo que estoy pasando. Todo me afecta bastante pero trato de ponerlo en palabras. Estoy madurando sobre eso y también junto a la gente”, expresa Chano, que en septiembre pasado decidió resguardarse una semana en un centro de salud en Entre Ríos y que en los últimos meses volvió a sonar en las redes sociales por un descargo de su ex pareja Militta Bora, luego de que la denuncia por violencia de género fuese desestimada.

El ex frontman de Tan Biónica se muestra conforme con su más reciente trabajo discográfico “El doble”, que propone un crisol de estilos, mientras confiesa que todavía no encontró su identidad musical y que se encuentra en “un proceso de prueba y error”.

P- ¿Cómo caracterizás esta nueva etapa artística?

R- Empecé a amigarme con la historia que terminó. Es un duelo porque hay gente que ya no está más y uno como frontman lo paga. A veces estaba arriba del todo y otras, cuando había que insultar al grupo, me insultaban también a mí. Ahora como solista estoy en otro proceso y trato de dejar un mensaje que no conduzca a esa histeria porque no sirve. Si no estuviese convencido de eso seguiría haciendo la misma música que hacía con Tan Biónica.

P- ¿Cómo cambió tu vida?

R- Hice tratamientos desde los 20 años, y ya sé que el estilo de vida que tenía antes no funciona. Cuando escuchás que alguien empieza a descontrolarse termina en la cárcel, en el hospital o muerto y componer de manera intoxicada es un ruido en el mensaje.

Es mucho más genuino si estoy libre de todo eso porque el mensaje sale limpio desde mi cerebro y lo importante es que se escucha el mensaje y no al mensajero. Aprendí a correrme, a tratar de dejar un mensaje antes de ser una megafigura porque es puro egocentrismo.

Ahora me siento bastante solo, pero primero tengo que relacionarme conmigo mismo porque el amor se trata de dar y no buscar una enfermera.

P- Y respecto de lo musical, ¿cuál es la diferencia con la banda?

R- Seguramente hay un montón de puntos de contacto, pero componer sin mi hermano es raro, tengo que trabajar con otros productores, cada uno con su estilo… Durante ese proceso de búsqueda está la construcción de mi propia identidad. Cuando me lancé como solista no entendía qué estaba haciendo ni qué música me gustaba y en el camino pagué muchos precios emocionales porque, además, lo primero que se pierde cuando se acaba un proyecto es la identidad. Ahora estoy agradecido de estar en este proceso haciendo música.

P- ¿Cómo fue la creación de “El doble”?

R- Para conseguir la intimidad del disco armé un estudio en casa y lo grabé allá. Con “El otro” fui sacando simples que me gustaban por separado, pero noté que el disco no tenía identidad. Sé que algunas canciones van a perdurar y otras no, pero voy construyéndome a través de los temas que me representan. Lo mismo pasó con Tan Biónica, que recién con “Obsesionario” (2010) nos dimos cuenta de que éramos nosotros.

P- Y de este segundo disco solista, ¿qué canciones te representa más?

R- Me gusta mucho “El doble”, “La despedida del sol”, “Yo he perdido algo”, “Solo mi nombre”, ahí canto “Hay una hoja en blanco que no quiero enfrentar. Una pesadilla que ya no quiero soñar. Una forma de vivir que viene desde mi papá. Una cruz de plomo negra. Una monorrealidad”, y es exactamente lo que me pasó durante la grabación.

P- ¿Es una presión el éxito que alcanzó Tan Biónica?

R- Sí, ahora todo es diez veces menos y me costó entenderlo. Es lógico y le vino bien a mi espíritu. Estoy trabajando eso desde la escritura pero también desde mi realidad, repensándola, confiando en algunas personas y en otras no, porque esa presión a veces puede construir pero también puede convertirse en angustia. La clave de la vida es estar donde se tiene que estar y si yo quiero tocar en estadios, bueno, a Tan Biónica le costó diez años llegar. Si bien no estoy empezando de cero, es igual de difícil.

Télam


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