Chile: apuntan a grupos anarquistas por atentado

Hay más seguridad y temor en la población.

AP

SANTIAGO.- Para las autoridades chilenas los responsables del atentado que el lunes dejó 14 heridos en el subte de Santiago se encuentran entre grupos anarquistas no identificados que desde principios del 2014 han plantado artefactos en diferentes puntos de la capital.

Desde enero se han registrado 29 bombas, algunas fueron desactivadas, pero el ataque del lunes rompió todos los moldes: fue puesta a plena luz del día, en un lugar lleno de público, a metros de una de las más grandes estaciones del tren subterráneo rodeada por una serie de galerías comerciales y dejó heridos.

“Estamos en la línea de que se trata de organizaciones anarquistas que no tienen una orgánica que permita un seguimiento que determine con mayor precisión y rapidez quiénes están detrás de estos atentados’’, dijo el fiscal nacional subrogante Alberto Ayala.

Ante la falta de resultados desde que un fiscal especial investiga los ataques, hace dos meses, dijo que “si se analiza la complejidad del tipo de delitos, no podemos hablar de fracaso’’ y agregó que los datos de la investigación “no están absolutamente disponibles’’ y que “son difíciles momentos, son delitos muy difíciles de investigar’’.

Sobre el fracaso de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) en prevenir atentados como el de la víspera, Sergio Morales, abogado del conservador Instituto Libertad y Desarrollo, dijo a AP que la agencia “a nuestro juicio no es un sistema eficiente’’, pues “es un sistema de coordinación y recopilación de datos de las distintas ramas (de inteligencia) de las fuerzas armadas’’.

Agregó que la Agencia “está situación bastante desmejorada en relación con otros tipos de agencias que existen en el mundo’’ y que debido al sistema de recolección de información que tiene “no pueden prever’’ atentados como el del lunes. Afirmó que debería darle más recursos y más atribuciones que permitan “efectivamente cumplir con una labor de inteligencia como corresponde’’.

De la casi treintena de atentados en lo que va del año, el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet le da la calificación de terrorista al del lunes, a uno que afectó un vagón del metro a mediados de julio, y a una bomba que estalló en agosto frente a un paradero del transporte público.

El fiscal Christián Toledo, a cargo de la investigación, dijo ayer que las tres bombas más recientes tienen dos cosas en común: un extintor con pólvora y un reloj temporizador.

Las pocas veces que han aparecido volantes en el lugar de los ataques, los firman presuntos grupos anarquistas.

Los actos terroristas parecen seguir la línea del transporte público, conformada por el tren subterráneo y autobuses, que a diario mueven a unos cinco millones de personas.

La ley antiterrorista, amplía los tiempos de detención, permite testigos secretos, interferir comunicaciones y contempla elevadas penas.

Todas las estaciones del metro, más de un centenar, amanecieron ayer con policías en sus ingresos y salidas, y en las estaciones fueron clausurados con bolsas de plástico negras los basureros y otros fueron sacados, para evitar que sean usados de nuevo como contenedores de bombas.

Ayer hubo alarma en algunos puntos

clave del transporte en

Santiago.

A las dos de la tarde fue el atentado del lunes en el subte santiaguino.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios