China Muerta vuelve con su feria este fin de semana

Por Victoria Rodriguez Rey (@victoriarodriguezrey)

Hubo una vez un virus tan virulento en su propagación que generó una pandemia. Todo indica que se originó en las formas de producción alimentaria industrializada que acorrala, avasalla y devasta la naturaleza con el pretexto de alimentar al mundo.

Paradójicamente, semejante cantidad de alimentos no está llegando a quienes lo necesitan. En el camino, en la distribución y comercialización, la logística está fallando. Una bifurcación que beneficia a un puñadito y despoja a una mayoría de su derecho de producir y alimentarse. Lo bueno es saber que desde siempre existen otras formas de generar alimentos, formas que reflejan la sana relación que se establece con los territorios habitados.

A fines de marzo se tomaron medidas que priorizaron el cuidado de la salud de la población pero descuidaron al motor de las economías locales, la agricultura familiar. Después de cinco meses en que se descolgaron los banderines y se despintaron los pizarrones de las ferias de agroalimentos de la región, hoy se celebra la apertura de la Feria de China Muerta.

La Canasta Chinesca fue la opción generada desde el corazón de la feria para llegar a las mesas familiares que siempre acompañaron la producción local y sana. Si bien se continuará con esa propuesta, el sábado próximo hay feria. “No cabemos de la felicidad que tenemos” explica Dinka, referente de ese espacio de producción, distribución y comercialización.

“Durante este tiempo las y los feriantes realizaron capacitaciones a cargo del INTA en coordinación con el EDEP y el CFPA N° 1 sobre las formas de manejo en situación de pandemia” sostiene Dinka, quien además explica las características de la feria, dadas las circunstanciales maneras que se incorporaron en este último tiempo. El uso obligatorio de cubrebocas, la higiene de manos al ingresar al predio, el distanciamiento social, el uso de alcohol en gel en cada puesto de venta, la continua desinfección y limpieza de baños y espacios comunes forman parte del protocolo de convivencia.

Pollos caseros, puestos de verduras, huevos de gallinas, huevos de codornices, cerveza artesanal, choripanes, bondiolas, escabeches, pastas de ajíes picantes, chapatis, miel, aceitunas, almendras, nueces, panificación con harinas integrales, tamales y panes con chicharrón integrarán el paisaje alimentario y cultural de este sábado. Además de ropas de diseño, plantines y artesanías completarán el cuadro.

Que se abra la tranquera de la feria es una gran noticia en pleno corazón productivo de la región. Se trata de decisiones que motorizan las economías regionales y generan espacios necesarios para reencontrarse con alimentos con identidad que reproducen sanos modos de habitar los territorios.

Hilda Torres, del emprendimiento In Riku Tremo e integrante de la feria, comparte una receta de unos exquisitos alfajores.

Alfajores de avena, harina de nuez y coco rallado

Ingredientes:
– 250 g de avena
– 500 g de harina de nuez (se puede molerlas y hacer tu propia harina)
– 150 g de coco rallado
– 2 huevos
– 100 ml de aceite
– 150 grs de azúcar
– esencia de vainilla a gusto y cantidad de agua necesaria

Se procesa la avena y la harina de nuez, se le agrega el coco y el azúcar. Mezclar bien. Luego se le agregan los huevos, el aceite y un poquito de agua. Se mezcla hasta formar una masa que se pueda estirar con el palo de amasar. Se corta las tapitas. Se ponen en una placa enmantecada y se lleva al horno a una temperatura de 160° por 10 minutos. Se sacan, se deja enfriar y después se rellena con el dulce que más guste.