Choele Choel parada y aislada por el coronavirus

Accesos bloqueados, fuerte custodia policial, calles silenciosas y con poca gente. Ese es el clima de la cabecera de Valle Medio, tras las drásticas medidas que se debieron tomar a raíz de la elevada circulación interna del virus. Inquieta el futuro sanitario y económico.

Silenciosa y vacía, así luce la ciudad más importante del Valle Medio debido a las restricciones ocasionadas por la pandemia. Fotos: Jorge Tanos

Accesos bloqueados y celoso control policial. Camiones esperando en la ruta 22 para traspasar su carga. Calles silenciosas, plazas vacías de niños y pocos comercios abiertos, escasos automóviles conducidos por no más de una persona. Choele Choel amaneció ayer convertida en una enorme sala de prevención médica, luego que el gobierno de Río Negro decidiera cerrarla y establecer un aislamiento estricto, debido al avance del coronavirus.

Las autoridades activaron el cordón sanitario el domingo, cuando se supo que dos personas contagiadas con coronavirus habían fallecido. Hasta ayer había 20 casos positivos activos y tres muertos.

La medida sanitaria extraordinaria aísla -por ahora- por 7 días al centro neurálgico de del Valle Medio para tratar de frenar la tasa de contagios y además, para que el virus, que ya fue declarado de circulación comunitaria aquí, no ingrese a otras ciudades de esta comarca tan interconectada.

Todos los ingresos a la ciudad están cerrados y controlados por la policía. Sólo está habilitado el paso por la calle Urquiza y ruta 22, que une el centro con los barrios del norte: Las Bardas, Las Mercedes, 40 viviendas, y Túpac Amaru.

El tránsito vehicular y peatonal es mínimo, marcando el lento pulso de una ciudad que debe seguir viviendo a pesar de esta crisis única. Con negocios esenciales abiertos sólo de 9 a 15, la localidad luce silenciosa y vacía. Nadie entra ni sale. Para ingresar o mandar mercadería se estableció una playa de carga y descarga.

Barbijos y distancia son clave.

En algunos vecinos la decisión causó sorpresa y temor, pero para otros fue una acción necesaria e imprescindible. Desde el 3 de abril, cuando se detectaron los dos primeros casos: un enfermero de 40 años que terminó falleciendo y una mujer de 63 , aún internada en Roca en estado reservado, los casos no han parado de crecer y todos los días surgen nuevos sospechosos.

Perspectivas

Para analizar lo sucedido en Choele Choel hoy distintas perspectivas. Primero, una sociedad que tuvo en los primeros días de la pandemia una actitud colectiva más ligera y desenfadada. A lo que se sumó la cuestión económica: “Muchos respetaron las medidas, pero también circularon trabajadores independientes que iban a changuear. Gente que si no trabaja se lo comen los piojos”, resumió Gerardo, un vecino.

En las redes sociales se critica al Municipio por tardar en restringir el flujo de personas a la localidad. De hecho, Choele Choel decidió “cerrar sus puertas” mucho después de otros pueblos de la zona. Pero también es en este termómetro del humor social donde se multiplican los mensajes de esperanza. Uno de los casos más emblemáticos es, sin dudas, Ricardo Calvo, exintendente de la localidad y médico bioquímico, que, desde que dio positivo al coronavirus, cada día posteó su evolución hasta ser dado de alta. Ayer escribió en Facebook: “Tenemos que cumplir con la cuarentena porque lamentablemente estamos con muchos infectados. Yo personalmente ya no contagio y tengo mis defensas contra este virus, pero igual seguiremos cumpliendo con todos los requisitos. Gracias por los saludos y demostraciones de afecto, esta experiencia quedará por siempre en mí con el mejor recuerdo de todos y cada uno de ustedes que nos han hecho un poco menos penoso este trance” (…) Habrá pronto un futuro distinto pero seguramente mejor, este mundo no fue creado para desaparecer”, agregó.

Estricta vigilancia policial en los accesos de la ciudad.

En el análisis de cómo se llegó a la situación, Pablo Crowley, concejal de Choele y a cargo del área de la Unidad Regional de Epidemiología y Salud Ambiental (Uresa), señala: “A pesar del trabajo realizado, hoy llegamos a un punto tan critico como el de establecer un cordón sanitario a la localidad para contener el traslado de la enfermedad a otras localidades. (…) el problema de las enfermedades virósicas es que el accionar que no se realizó a su debido tiempo puede causar un daño a la salud, como el que se ha generado, que después es difícil de controlar. Una parte de la sociedad que no entendió lo importante que quedarse en casa y cumplir los protocolos de aislamiento comunitario establecidos, también sumó a estos errores de manejo”, sostuvo el edil.

Poca conciencia

En tanto, Mauricio Doric, secretario del gobierno del municipio local e integrante del comité de crisis subrayó “muchas de las medidas que se tomaron con esta resolución ya estaban implementadas”. Sobre como se llegó a esta situación, indicó “yo creo que al principio no se tomó conciencia: había mucha circulación. Cuando aparecieron los dos primeros casos se frenó, pero costaba que la gente tomara conciencia de la situación. Creo que es responsabilidad de todos no habernos quedado en casa, no habernos cuidado”.

También admitió que el golpe en lo económico ha sido importante, como ejemplo detalló que ha aumentado la demanda de ayuda por parte de los vecinos.

Por caso, Gabriela Jorquera, que es empleada de una carnicería en el centro, de los pocos autorizados, señaló: “Las ventas han caído de manera considerable. Muchos comercios chicos como éste que han comenzado a sentir esta situación. Acá viene gente a comprar 100 pesos de carne picada, te imaginás lo que le podemos dar es un puñado. También tengo miedo”, agregó. Esta sensación de temor se trasladó de manera espontánea y rápida a muchos comerciantes, que aún pudiendo mantener sus negocios abiertos, decidieron bajar las persianas hasta que comience a menguar la pandemia.

Si bien se prevé que la medida de aislamiento de la ciudad se mantenga hasta el 28, esto dependerá de la evolución de los casos en la zona.


El miedo pudo más y las calles se vaciaron por primera vez


El miedo pudo más en la comunidad en el primer día de vigencia del cordón sanitario que aisló por completo a Choele Choel y la localidad prácticamente se detuvo. La ciudad amaneció bloqueada. Al llegar al único ingreso que quedó habilitado, todos se encontraban con un riguroso control. Allí, un policía anunciaba que no se permite ni el ingreso, ni el egreso a nadie.

En el interior de la ciudad el despliegue de seguridad también es importante.

“Solo están exceptuados personal de seguridad, de salud pública y municipales. Habilitamos una playa de estacionamiento. La mercadería va toda a la Sociedad Rural, donde se desinfecta y acá se hace el traspaso para ser distribuida en os comercios de la ciudad”, decía el oficial.


Muchos comerciantes, aun pudiendo mantener sus negocios abiertos, decidieron bajar las persianas hasta que comience a menguar la pandemia.


En la calle los pocos que circulaban lo hacían con conciencia. “Tuvimos mala suerte. Que Choele con menos de 20 mil habitantes tenga más de 23 personas contagiadas… no sé quién falló: si nosotros que salimos, o quién”, dijo Oscar Alarcón, un vecino.

El sentimiento en el pueblo es de temor, muchos creen que se van a seguir sumando casos. “Conozco a un señor que trabajaba en la cooperativa y se contagió, y ya contagió a su señora. Son pautas que dicen que no va a aflojar así nomás. Pero por suerte la gente toma conciencia y en las calles no hay nadie”, dijo Alarcón.

Mientras que la empleada de un comercio, Gabriela Jorquera, señala que “esto que pasa acá da mucho miedo, además estamos viendo que cada día la gente tiene más necesidades, ya mucha gente no tiene recursos económicos. Conocemos a muchos vecinos que no pueden salir a trabajar y viven el día a día y en esta carnicería se comenzó a notar. Tenemos que tener mucha fuera porque tenemos que salir adelante. Hay que quedarse en la casa, cuidarse y aunque haya que comer fideos hervidos”, dice.


El esquema obligatorio por 7 días en la ciudad


– Restricción de ingreso y egreso a la localidad, incluso a los ciudadanos exceptuados del aislamiento social, preventivo y obligatorio.

– Restricción de circulación interna de personas. Los vecinos podrán salir de sus viviendas solo para aprovisionarse de alimentos y productos de primera necesidad y cumpliendo los siguientes requisitos:

El horario es de 9:00 a 15:00.

Una persona por grupo familiar.

Las personas con números de documentos impares podrán circular lunes, miércoles y viernes.

Con terminaciones pares podrán hacerlo martes, jueves y sábado.

El domingo, sin circulación.

Los vehículos sólo podrán circular con una persona por unidad, que no podrá ser de los grupos y factores de riesgo.

No se permite la circulación con menores de edad.

– Solo podrán abrir los comercios que brinden abastecimiento esencial a la población, con requisitos:

Horario de 9 a 15.

Los locales hasta 50 m² solo podrán permitir el ingreso de hasta dos personas por vez y quienes aguarden deberán mantener 2 m entre sí.

Deberán poner una mampara con material acrílico, plástico o nylon trasparente entre el cliente y el cajero o vendedor.

– Se prohíbe la circulación interna de camiones de mercadería. El transbordo se efectuará en sobre ruta 22.

Punto neurálgico

18.000
habitantes se calcula que tiene actualmente Choele Choel, que por su ubicación e importancia es cabecera de todo el Valle Medio rionegrino.

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