Ciclismo: Los regionales también salen a rodar en Italia

Tras dos meses de aislamiento, los roquenses Yamil Tapia y Franco Orocito volvieron a entrenar al aire libre . Los jóvenes, que forman parte del equipo Stipa Milano, aprovechan la flexibilización de la cuarentena para regresar a prácticas “más normales”.

Mientras que en algunos lugares de nuestra región se habilitó el uso de la bicicleta (tanto para fines recreativos como de transporte) debido a la flexibilización del aislamiento social, en Italia, donde se encuentran los ciclistas roquenses Yamil Tapia y Franco Orocito, ocurre algo similar.

El 16 de marzo Tapia habló con Río Negro sobre como transitaba las dos primeras semanas de cuarentena en suelo italiano. Tres días más tarde, el presidente Alberto Fernández decretó el aislamiento en Argentina.

Dos meses después el joven ciclista que pertenece al equipo Stipa Milano, y se encuentra sumando su tercer año de experiencia en el Viejo Continente, expresó su alegría por regresar a los entrenamientos, contó como sobrellevo el tiempo que estuvo sin salir de su casa y relató como se vive el día a día en su región.

“Nuestra situación ahora esta mucho mejor, la gente puede salir con barbijo y la única regla es no salir de la provincia. Por suerte tenemos la montaña acá cerca. A la hora de salir debemos evitar los pueblos y tener la documentación correspondiente”, indicó Yamil sobre su presente en el pueblo de Maltignano, en la región de Abruzzo, a unos 200 kilómetros de Roma donde comparte hogar con Orocito y el dueño del equipo, Albino Di Matteo.

La imposibilidad de entrenar con normalidad, sumado al encierro obligaron al roquense buscar nuevas formas para entretenerse. “Aprendí mucho estos dos meses, le encontré un gustito a la lectura, a dibujar y a muchas cosas que antes no podía hacer. Me propuse ejercitar la mente y hoy estoy muy feliz por eso”, agregó.

“Lo único que sabemos es que en agosto arrancan los profesionales y nuestra categoría no sabemos si va a empezar”.

Yamil indicó que por ahora sólo pueden salir a entrenar.

A pesar de haber encontrado momentos de dispersión también tuvo que entrenar. Mantener el físico activo fue un gran desafío que debió enfrentar.

“Ya de por si es complicado mantener la motivación durante en año en condiciones normales. Estar encerrados dos meses fue muy difícil, obvio que tuve momentos donde no había ganas de subirme al rodillo. Me levantaba cansado después de no haber hecho nada. El cuerpo se habitúa a estar sentado y eso es también hace que el regreso a la actividad sea más complejo”, detalló.

Más allá de los momentos de frustración que atravesó a lo largo del aislamiento, Tapia se mostró agradecido con el dueño del equipo ya que entendió la situación y fue flexible a la hora de los entrenamientos: “tener a dos chicos extranjeros, en esta situación particular, es muy difícil pero nos bancó a muerte y nos ayudo mucho”.

Con respecto a un posible regreso de la actividad oficial, Tapia aseguró que todavía no recibieron ninguna confirmación oficial sobre lo que pueda llegar a suceder.

En el marco profesional, la UCI (Unión Ciclista Internacional) confirmó su nuevo calendario en el que se destaca el Tour de France, que se llevará a cabo del 29 de agosto al 20 de septiembre, como el primer gran evento.

“Lo único que sabemos es que en agosto arrancan los profesionales y nuestra categoría, que es sub-23, no sabemos si va a arrancar. En ese sentido estamos bastante a la deriva”, aseguró el roquense, aunque agregó que en estos momentos lo más importante es cuidarse y que de a poco se vaya normalizando la situación.

Yamil reveló que si bien se encuentra ansioso y tiene ganas de volver a competir de manera oficial, tampoco es algo que lo desvele. “Para octubre tenemos programada una carrera y esperemos que haga. Si no puede realizarse, no pasa nada. Habrá que tomarse este como una experiencia nueva y diferente, es una posibilidad que no hayan carreras hasta el año que viene”, agregó Tapia.

A la espera de novedades favorables, Yamil y Franco volvieron a rodar en Italia y, al igual que muchos ciclistas de la región, aprovecharán los primeros días para disfrutar del aire en la cara y acostumbrar al cuerpo a la actividad física. En las próximas semanas, si todo sale bien, se aumentarán los ritmos de entrenamiento con la ilusión de volver a competir.


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