Restauran lagunas para proteger a las aves nativas

La introducción de la trucha arco iris modificó el ecosistema acuático en el Lago Strobel, de Santa Cruz. Pasó a ser una amenaza para el macá tobiano.

Redacción

Por Redacción

La trucha arcoiris fue introducida para la pesca comercial o deportiva. Esa decisión humana fue generando fuertes impactos en los ecosistemas acuáticos. Uno de los problemas radica en que las truchas toman el alimento del Macá Tobiano y otras aves. Como consecuencia, fue disminuyendola cantidad y el tamaño de insectos y crustáceos en las lagunas donde habitaban las aves.

Según aclararon en la organización Aves Argentinas, el aporte de nitrógeno de las truchas a las lagunas acelera el crecimiento de las plantas acuáticas. “Las lagunas se vuelven cada vez más turbias hasta que la vinagrilla deja de crecer y las aves ya no regresan a ellas para alimentarse ni reproducirse”, explicó el biólogo Ignacio Roesler, investigador del Conicet.

Para reducir el impacto de la introducción de las truchas, se diseñó una estrategia. La mirada estuvo puesta en la laguna del Islote, a 1100 metros sobre el nivel del mar, en una de las partes más altas de la meseta del lago Strobel, en el centro de Santa Cruz.

Ese sitio fue históricamente uno de los más importantes para el Macá Tobiano y de gran concentración de aves. Durante la década del 2000 fue sembrada con truchas y con el correr de los años, cada vez se reproducían menos ejemplares de macá tobiano, al tiempo que se veían menos aves.

En 2017 se realizó una primera gran pesca a fin de sacar truchas de la laguna y recuperar su estado original. En esa ocasión – recalcaron- “se pescó una gran cantidad de truchas, pero el gran tamaño de la laguna (unas 700 hectáreas), su ubicación tan distante y el viento patagónico hicieron evidente la necesidad de contar con más infraestructura para completar la tarea”.

Por eso, se empezó a construir un refugio al lado de la laguna para trabajar de manera “más intensiva, segura y cómoda”. Querían devolverle las aves a la laguna. Por otro lado, se llevó a cabo un relevamiento para identificar las lagunas más importantes para el Macá Tobiano y se realizaron las primeras restauraciones a l remover las truchas de las lagunas identificadas.

A través de algunos monitoreos de estas lagunas, se hace un seguimiento del proceso de recuperación con la idea de incrementar el número de lagunas disponibles para que el Macá Tobiano pueda nidificar y reproducirse.

Respecto a la recuperación de estos ambientes donde se han sembrado truchas arco iris, Roesler destacó que resultan “importantes para las aves acuáticas y que benefician a la comunidad de invertebrados y anfibios”. Por eso, se concientiza a los pescadores que extraen truchas para que después no vuelvan a sembrarlas a fin de “mantener los ambientes en su estado natural”, precisó.

Además de las truchas arco iris, el macá tobiano sufre la amenaza del visón americano en su área de reproducción. Ese animal depreda activamente los adultos, los juveniles y los nidos del ave. Padece también la amenaza de la gaviota cocinera que también puede depredar pichones y nidos del macá tobiano. Durante las últimas décadas aumentó la pérdida de nidos por fuertes vientos en la región.


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