El turismo y su atención por El Vaticano

Haber tenido dos encuentros personales con el Papa Francisco –el 25 de octubre de 2015 y el 26 de octubre de 2016- nos han permitido tener una visión de su afinidad y liderazgo mundial, como así también haber podido participar en algunos de esos encuentros multitudinarios.

Pero asimismo tener un directo conocimiento sobre las reflexiones de la Iglesia Católica sobre la actividad turística en el mundo.

Esos encuentros con el Sumo Pontífice nos facilitaron ser recibidos también en dos oportunidades, en los años mencionados precedentemente, en el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes, Itinerantes y el Turismo.

Fueron interesantes poder compenetrarnos como el Vaticano considera al turismo, para lo cual mantuvimos encuentros con monseñor José Jaime Brosel, de nacionalidad española, quien nos brindó interesantes conceptos.

En 1969 la Iglesia puso su atención pastoral sobre el fenómeno turístico.

Desde entonces el turismo experimento una fuerte evolución, interesando a millones de personas y convirtiéndose en uno de los principales motores de la actividad económica.

Paulatinamente el catolicismo fue alcanzando una visión más completa del turismo, considerando al mismo como un hecho social y económico de múltiples dimensiones y que puede implicar a las personas de muy diferentes maneras.

Por una parte se tiene en cuenta los desplazamientos turísticos, internacionales o en el interior de los países, que se cuentan por cifras altamente significativas anualmente.

Se destaca también a las millones de personas que participan en el turismo como trabajadores, como promotores y agentes, como participantes en actividades auxiliares o simplemente como residentes en lugares de destinos turísticos.

La Pastoral del Turismo se dirige a las personas de todos esos sectores que mencionamos.

En esos contactos con el Papa Francisco y otras autoridades del Vaticano, podemos apreciar como destacan permanentemente que el fenómeno turístico llama la atención ante todo por las dimensiones que ha alcanzado y las perspectivas de su expansión.

Enfatizan que la industria turística se ha convertido en una de las primeras fuerzas económicas en todo el mundo, ocupando el primer puesto en algunos países.

También resaltan que es preciso tomar conciencia de la realidad del fenómeno de la forma más completa posible, señalando la naturaleza del tiempo libre y su papel en la vida de los hombres y de las mujeres de hoy; la relevancia del turismo para la persona; la incidencia del turismo en el conjunto de la sociedad y la reflexión sobre el turismo guiada por la Palabra de Dios.

También puntualiza la Iglesia que trabajo y descanso constituyen el ritmo natural de la vida del hombre. Uno y otro son necesarios para que la vida de la persona se desarrolle en todos sus aspectos esenciales porque ambos son espacios para su creatividad.

La Santa Sede mantiene una misión de Observación Permanente en la Organización Mundial del Turismo, cuya sede se encuentra en Madrid.

En una de nuestras visitas a esa dependencia de las Naciones Unidas, pudimos observar una placa ubicada en el hall de acceso recordando la visita que realizara al lugar el Papa Juan Pablo II.

Su texto es elocuente: “Exhorto a la Organización Mundial del Turismo a proseguir su noble tarea en pro de la valorización humana de los viajes y las vacaciones para contribuir al mantenimiento de la paz entre los pueblos”.

El Presidente de la pastoral del Turismo, el Cardenal Antonio María Veglio, quien refleja la opinión del Vaticano al respecto, ha manifestado que “la Iglesia es consciente de la importancia del turismo y por ello lo quiere acompañar desde una acción pastoral adecuada, centrada especialmente en tres ámbitos: el turismo en general, el turismo religioso y el turismo de los cristianos”. Promueve “la cultura del turismo ético y responsable, de modo que llegue a ser respetuoso con la dignidad de las personas y de los pueblos, accesible a todos, justo, sostenible y ecológico”.

El Vaticano destaca la importancia de esta actividad significando lo que representa el tiempo libre del hombre, su misma libertad, junto al sentido profundo de su vida en el mundo.

(*) Licenciada en turismo y experto en turismo