Comerciantes de Arroyito temen desaparecer

Desde hace más de 40 años dos comercios y un puñado de casas se instalaron a la vera de la ruta nacional 22 en el medio de la estepa patagónica, una decena de kilómetros al oeste de Senillosa. El pequeño desarrollo se bautizó paraje Arroyito y hoy es escenario de reclamos y preocupación ya que los comerciantes aseguran que la duplicación de calzada que Vialidad Nacional realiza en la ruta los dejará sin accesos directos y marcará su virtual desaparición.

“Hace 43 años empezamos este desarrollo, nos costó mucho y, ahora, si nos cortan los accesos directos a la ruta lo que van a hacer es firmar nuestro certificado de defunción”, aseguró Diego Peral, el propietario del único hotel que hay en Arroyito.

El local trabaja a la par, no solo en ubicación sino por la complementariedad de las prestaciones, de la estación de servicio de Pablo Grittini, quien aseguró que “desde que nos enteramos en 2013 del proyecto de ampliar la ruta empezamos a pedirle a Vialidad que nos indique cómo iban a quedar los accesos pero recién nos informaron muchos meses después y porque enviamos una carta documento”.

Pese a los reclamos la semana pasada las topadoras comenzaron a edificar lo que será el puente elevado que conectará al paraje con la ruta.

“Les pedimos justamente que no hagan ese puente, que hagan dársenas como en toda la multitrocha, pero no un puente que sale carísimo y que no sólo está un kilómetro antes de Arroyito, sino que es un puente que no va a ningún lado”, remarcó Grittini.

El cruce efectivamente desemboca en la nada, en un sector de pura estepa a un lado del acceso a la cantera de la firma CN Sapag, que tiene a cargo la obra.

Pero ese no es el único acceso al paraje. En la margen oeste una bajada ubicada a 900 metros del poblado formará una colectora que será la que deberán transitar los vecinos para salir. Por el diseño del trazado, algunos vecinos de Arroyito deberán realizar casi dos kilómetros de más para acceder a la ruta.

“La ruta va a pasarnos por enfrente pero con este diseño nadie va a parar y no vamos a tener trabajo”, indicó Grittini, mientras que Peral recordó que entre ambos comercios cuentan con cerca de 25 empleados cuyo futuro laboral se torna incierto.

Según contaron los comerciantes, desde Vialidad se optó por generar en esos últimos diez kilómetros de la ruta una autovía, y es por ese diseño que no se planificaron dársenas de giro sino un cruce elevado.

Este medio intentó dialogar con las autoridades del organismo nacional pero las consultas no fueron contestadas.

De todos modos los comerciantes remarcaron que “le pedimos a las autoridades de Vialidad que revean el diseño que han hecho y que de ser necesario nosotros mismos pagamos la construcción de las dársenas”.

“Hice la nueva conexión eléctrica, que salió cara, ahora me avisaron que estaba mal el plano y tengo que volver a hacerla”,

criticó Pablo Grittini sobre el diseño de Vialidad para la ampliación del camino.

El intendente Moenne defendió el proyecto

El intendente de Senillosa bajo cuya jurisdicción se encuentra Arroyito, Hugo Moenne, salió al cruce de los comerciantes y vecinos y aseguró que “no se pueden hacer bajadas para todos. El diseño que hay es lo mejor que se encontró”.

El jefe comunal indicó que “al haber tan pocas casas y separadas es difícil pero lo que se hizo fue priorizar la seguridad”.

“Lo que pasa es que somos duros a los cambios. Es cierto que seguramente habrá confusiones al principio con el rulo que se va a hacer en la rotonda con la (ruta nacional) 237 pero va a ser por un tiempo nomás”, indicó Moenne.

Y destacó que “Vialidad ya está trabajando en la ciudad porque van a haber cuatro cruces con semáforos. Para Senillosa va a ser un gran cambio”.

Los dos comercios que funcionan en esa zona tienen decenas de años y creen que todo lo invertido podría quedar ocioso.

Antigüedad en jaque

La duplicación de calzada mejorará la circulación de uno de los sectores con
mayor circulación en la provincia.

Mayor seguridad vial