Con maniobras de RCP un bombero de Huergo salvó la vida de un bebé

Un bombero del cuartel de Ingeniero Huergo asistió a un bebé de dos meses que se asfixiaba y logró reanimarlo. Ocurrió en la madrugada del martes.

Fue un momento desesperante y que pareció durar una eternidad, pero todos los conocimientos adquiridos con los años de experiencia le permitieron a un bombero de Ingeniero Huergo salvar la vida de un bebé de solo dos meses que se estaba asfixiando.

Ocurrió alrededor de la una de la mañana del martes en el barrio El Paraíso, cuando Marcos Ramos, un bombero con diez años de experiencia e instructor de RCP, fue alertado por los gritos de un vecino que su pequeño bebé no respiraba. Al salir a la calle encontró a la mamá con el chiquito en brazos, desesperada por la situación.

“Le hice la maniobra para desobstruir las vías respiratorias, fue un minuto aproximadamente hasta que volvió a respirar”, contó Marcos en diálogo con este medio al contar la experiencia en la que pudo salvar la vida del pequeño de dos meses.

Betiana Muñoz, madre del chiquito relató que minutos antes le había dado el pecho a su hijo de dos meses y cuando se disponía a cambiarlo advirtió que no respiraba. “Se me ahogó y no lo podía hacer volver; estaba desesperada y asustada”, contó la mamá.

Ante la situación le dijo a su pareja que saliera a buscar a Marcos Ramos, quien vive a solo un par de casas, para que la ayudara en la situación desesperante. “Vino corriendo, lo puse en sus brazos y lo pudo reanimar. Yo lo único que podía hacer era llorar. Cuando ya estaba recuperado lo puso en mis brazos nuevamente”, agregó.

“Estoy muy agradecida de todo corazón con él. Gracia a él mi bebé está bien”, dijo Betiana en diálogo con RÍO NEGRO desde el hospital de Villa Regina, donde el chiquito permanece internado en observación y para estudios.

La situación se conoció a través de un posteo de agradecimiento que realizó la mamá del bebé; rápidamente el mensaje fue replicado por otros bomberos del cuartel de Ingeniero Huergo donde Marcos Ramos es voluntario desde hace diez años.

Soy instructor de RCP, he dictado cursos a bomberos sobre las maniobras que se deben realizar para la reanimación de una persona, pero fue la primera vez que me tocó llevar lo aprendido en los libros a la práctica y con un bebé tan chiquito”, dijo Ramos.

Contó que las últimas horas del lunes había vuelto a su domicilio luego de una práctica en el cuartel de bomberos de Huergo, y se aprestaba para ir a descansar cuando vinieron a buscar. “Salí a la calle, la mamá estaba con el bebé en brazos que no respiraba; con todos los cuidados hice las maniobras para desobstruir las vías respiratorias que dieron resultados porque el bebé vomitó leche, flema y empezó a respirar. Se lo dí nuevamente a la madre y después fueron hacia el hospital de Huergo”.

“Es una experiencia muy fuerte; es muy gratificante el poder ayudar de esta manera”, señaló Ramos que tiene 34 años, lleva diez años como voluntario en el cuartel de Huergo, pero que viene de una familia con tradición bomberil. Su padre también fue bombero en el cuartel local “así que desde muy chico fue aprendiendo todo esto; sonaban las sirenas y yo lo acompañaba. Luego de hacer el curso y formar parte del cuerpo activo, decidí formarme en la parte de RCP y esto me llevó a ser instructor para otros bomberos y dictando charlas en las escuelas”, comentó finalmente.


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