Con “sensación de injusticia” recordaron a Maciel en Cipolletti

CIPOLLETTI

CIPOLLETTI (AC).- “¿Tendrían que haber sido diez las víctimas para que alguien tomara en serio el atentado?”, se preguntó ayer Mariana Maciel al conmemorarse cinco años de la muerte de su padre, el empleado municipal José Maciel. Lamentó que la causa penal que llevaba adelante la Justicia Federal haya sido archivada por el fracaso de todas las líneas de investigación y aseguró que ahora sólo les queda “bronca, dolor” y la sensación de “injusticia”.

La familia y los amigos del barrendero José Maciel lo recordaron ayer con carteles en los que detallaron las acciones de estos cinco años. Y al caer la tarde prendieron velas en su memoria.

“Tomamos esta decisión porque la causa está cerrada y no tenemos nada nuevo para decir”, lamentó Mariana ante el crimen que probablemente quede impune y también porque “un caso de tal magnitud no obtuvo ningún apoyo para su investigación”. La mujer recordó que su padre fue víctima “de un atentado a la escuela de cadetes de la Policía. Un atentado a Cipolletti”, reflexionó.

El explosivo que mató al trabajador municipal había sido colocado en la vereda de la Escuela de Policía y de la Brigada de Investigaciones, que funcionaba en un edificio contiguo de la calle Fernández Oro. La bomba detonó a las 3 de la madrugada del 13 de julio de 2010, y un par de horas después un grupo especializado pudo desactivar otra bomba similar que había quedado abandonada en la ventana de la empresa Telefónica, sobre la calle Miguel Muñoz, a pocos metros de la Comisaría Cuarta de Cipolletti.

Después del atentado la agrupación chilena anarquista “Liberación Total” se adjudicó el ataque y dijo a través de internet que el blanco era un policía y que habían asesinado a Maciel por error. Pero la causa nunca tuvo imputados formales ni testigos directos y mucho menos pruebas sólidas para sostener esa hipótesis. Se especuló también con la posibilidad de que el hecho tuviera vinculaciones con el negocio del narcotráfico en la región, pero esa línea de pesquisa tampoco prosperó.

La Justicia provincial tuvo la causa los primeros cuatro meses y después, por una cuestión de competencia, pasó al fuero Federal, que terminó archivándola.