Con un «cuento del tío» desvalijaron a un joven

NEUQUÉN (AN).- Un joven le permitió ingresar a su vivienda a una mujer que simuló estar en problemas con su automóvil, y terminó asaltado por ella y otro sujeto. Le robaron 1.800 pesos, un plasma, una computadora portátil, entre otros elementos.

La policía tiene una descripción de la mujer, pero hasta anoche no había logrado identificarla ni dar con su ubicación.

El hecho ocurrió ayer alrededor de la 1 de la mañana en una vivienda de Aluminé al 100, del barrio Mariano Moreno.

El dueño de casa, identificado por la policía como Pablo de 25 años, estaba mirando televisión cuando sonó el timbre.

Un poco extrañado por el horario, por precaución decidió atender por el ventiluz. Desde la calle una mujer de 1,60 de estatura, cabello oscuro y ondulado hasta los hombros y con voz muy sensual le pidió ayuda. «Palabras más o menos, le contó que se le había quedado el auto, que no tenía celular y le pidió si le podía prestar el teléfono para llamar a un servicio de grúa», comentó uno de los pesquisas del caso.

Sin perder hasta ese momento la desconfianza y a su vez atraído por la joven, Pablo accedió y por el ventiluz le pasó el teléfono.

Tras el llamado al supuesto auxilio, la joven le pidió un vaso de agua.

Como el vaso no pasaba por el ventiluz y habiendo ganado confianza, Pablo decidió abrir la puerta para darle de beber.

Pero ni bien ingresó un haz de luz de la calle, el joven fue reducido por la mujer con un arma de fuego y por un sujeto corpulento que se introdujo dentro de la vivienda, también armado.

«Nosotros sabemos que tenés guita así que traéla», le habría dicho la joven a Pablo, a quien mantuvieron a oscuras dentro la casa para que no sospecharan los vecinos.

Para evitarse mayores problema el muchacho entregó 1.800 pesos que tenía guardados. Los delincuentes aprovecharon para sumar al botín un televisor plasma, una notebook y una filmadora.

Con todos esos elementos en las manos huyeron a la carrera dejando al muchacho tirado en la habitación.

«Corrí a buscar un arma que yo tengo y escuché un motor diesel, cuando salí ya se habían ido», relató el damnificado al personal de la comisaría Segunda.

Los policías realizaron un rastrillaje por la zona sin encontrar pistas de los asaltantes.

La causa quedó caratulada como robo calificado a cargo del juzgado de Instrucción 2 y la fiscalía de Graves Atentados contra las Personas.