Confirmaron las penas para los tres condenados por el crimen de Candela

Dos de ellos habían sido condenados a prisión perpetua en 2017, como coautores y uno a 4 años de cárcel como partícipe necesario. La madre de la víctima expresó su conformidad.

La Justicia penal bonaerense confirmó las sentencias de los tres condenados por el crimen de Candela Sol Rodríguez, la niña de 11 años secuestrada y asesinada en 2011 en el partido de Hurlingham, informaron fuentes judiciales. El caso generó conmoción en todo el país.

Los jueces Ricardo Maidana, Ricardo Borinsky y Fernando Mancini, confirmaron así el fallo condenatorio para los tres imputados que en 2017 habían sido juzgados.

En el caso de Hugo Elbio Bermúdez (63) y Leonardo Daniel Jara (43), ratificaron la pena a prisión perpetua como coautores del delito de “privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte” y los cuatro años de cárcel para Gabriel Fabián Gómez (49) como “partícipe secundario” del hecho.

“Son dos degenerados menos que van a joderle la vida a varias familias. Estoy feliz que después de tantos años se confirmó la perpetua”, dijo a Télam Carola Labrador, la madre de la víctima, al enterarse por esta agencia del fallo de Casación.

“A partir de las circunstancias fácticas ciertas y objetivas emergentes de las probanzas valoradas por los juzgadores conforme se reseñara, luce sólida y contundente la reconstrucción del evento delictivo del modo edificado en la sentencia, en particular en cuanto establece la intervención de los inculpados”, señala el fallo de Casación al que tuvo acceso Télam.

En otro párrafo, el juez Maidana afirma que a la “prueba indiciaria” se le dio “un valor certero y acabado” para “tener por verificada la responsabilidad de los acusados Bermúdez, Jara y Gómez en los hechos que damnificaran a Candela Rodríguez”.

Los elementos que en su momento el TOC 3 de Morón ponderó para las condenas en el juicio oral fueron las pruebas de ADN, que demostraron el cautiverio de la niña en la casa de la calle Kiernan 992, de Hurlingham, y que vincularon a Bermúdez, quien también quedó implicado con la quema de evidencias en la casa de su ex pareja.

Además, pericias de audio confirmaron que Jara fue el autor de un llamado con un mensaje hacia Carola Labrador, la madre de Candela, en el que le dijeron: “Hasta que esa c… no devuelva la guita no la va a ver nunca más, que le pregunte al marido dónde dejó la guita”.

En los fundamentos de aquella sentencia del 20 de septiembre de 2017, los jueces Diego Bonanno, Raquel Lafourcade y Mariela Moralejo sostuvieron que el móvil de la privación ilegal de la niña fue un «ajuste de cuentas contra el padre (de Candela), por algún ilícito que este cometiera», en referencia a Alfredo Rodríguez, quien al momento del secuestro de su hija cumplía condena por piratería del asfalto.

Por el caso Candela, habrá un segundo juicio, probablemente en 2021, en el que serán juzgados como “partícipes necesarios” del crimen de la niña el narcotraficante Miguel Angel «Mameluco» Villalba (56), condenado a 27 años de cárcel por una serie de causas por narcotráfico en la villa 9 de Julio de San Martín; junto al ex policía bonaerense Sergio Chazarreta (52); el sindicado informante policial Héctor «El Topo» Moreyra (50); y el carpintero Néstor Altamirano (59).

Para el fiscal de Morón Mario Ferrario, Villalba lideró la organización criminal que cometió el secuestro y crimen de Candela.

Respecto del móvil del crimen, para la fiscalía se combinaron dos cuestiones: una, que Villalba se quiso vengar del padre de la niña, Alfredo Rodríguez, porque creyó que éste había «dateado» a la Policía Federal (PFA) para que lo detuvieran 13 días antes de la desaparición de la niña.

Y la otra fue que la organización criminal buscaba ajustar cuentas con el padre de la víctima -en aquel momento detenido por piratería del asfalto- por una deuda económica.

Además, tres altos jefes policiales del momento, los ex de la Policía bonaerense Hugo Matzkin y Juan Carlos Paggi, y el ex de Investigaciones de esa fuerza Roberto Castronuovo, fueron indagados el año pasado por “encubrimiento agravado” en el caso Candela, aunque luego fueron sobreseídos, pero la Fiscalía General de Morón apeló esa resolución en febrero pasado.

Candela fue vista con vida por última vez el 22 de agosto de 2011 en la localidad bonaerense de Villa Tesei, partido de Hurlingham -donde residía-, cuando esperaba a unas amigas para ir a la reunión del grupo de boy scouts al que pertenecía.

El 28, la tía de la niña recibió la llamada extorsiva atribuida a Jara, en tanto el 31 del mismo mes el cuerpo de la víctima apareció en una bolsa, al costado de la colectora de la Autopista del Oeste, a unas 30 cuadras de su casa.


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