Conocé quién fue Ivana Rosales

Sobreviviente de un intento de femicidio su historia engarza violencia machista e institucional. Hizo potencia del dolor y sobre esa huella caminó. Su lucha consistió en politizar los afectos: acompañó a otras, no dejó sola a ninguna. Ivana es símbolo, pero también eco. Su ausencia resuena.

Mario Garoglio, quien era la pareja de Ivana, nunca cumplió la pena que le impuso la Cámara Criminal Segunda. Tiempo después enfrentó una causa por abuso sexual de sus hijas y por incumplimiento de los deberes de asistencia familiar.

“Yo hice lo posible por mejorar la vida humana de una persona. Fallé. Y encima me hizo cornudo”,

aseguró en el juicio Mario Garoglio.

Ivana en el juicio que se desarrolló en los viejos tribunales ubicados en la calle Irigoyen de Neuquén capital.

“No le falta un brazo, ni una pierna, ni un pulmón. Tiene leves cicatrices en la cara, pero para el trabajo que tuvo alguna vez, o el que no tiene ahora, no la perjudica”,

dijo Alicia Garayo, quien actuó como defensora de Garoglio.

Garoglio y su defensora Alicia Garayo.

“Después de que yo declaré en el juicio, dijeron que era fría y calculadora. ¿Sabés una cosa? Me cansé de ser víctima. No quise presentarme como una víctima. Toda la vida me la pasé diciéndome a mí misma ‘pobre Ivana’. Basta, ya basta”,

afirmó Ivana Rosales luego de conocer el fallo.

Ivana y su hija Abril participaron desde el primer momento en las marchas bajo el lema “Ni Una Menos”.

Abril junto a Ruth Zurbriggen, activista de La Revuelta, en la despedida de Ivana.

Estela Cavazzoli y Judith Flandez, amigas de Ivana, la recuerdan

Datos

“Yo hice lo posible por mejorar la vida humana de una persona. Fallé. Y encima me hizo cornudo”,
“No le falta un brazo, ni una pierna, ni un pulmón. Tiene leves cicatrices en la cara, pero para el trabajo que tuvo alguna vez, o el que no tiene ahora, no la perjudica”,
“Después de que yo declaré en el juicio, dijeron que era fría y calculadora. ¿Sabés una cosa? Me cansé de ser víctima. No quise presentarme como una víctima. Toda la vida me la pasé diciéndome a mí misma ‘pobre Ivana’. Basta, ya basta”,

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