Cómo cuidar la piel a través de la alimentación

Para verse bien por fuera es importante nutrirse bien por dentro. Sobre el tema opinó desde Bariloche la licenciada en Nutrición Fernanda Bernal (MP 12537).

La piel es el órgano más grande del cuerpo y suele ser un reflejo de cómo está éste por dentro. Existe una fuerte conexión entre la salud del intestino y la calidad de la piel, por eso, según explica la licenciada Fernanda Bernal, una óptima digestión resulta clave para la nutrición adecuada de las células y tejidos.


Las afecciones o “problemas” en la piel, pueden indicar que los órganos excretores o de limpieza como: el intestino, hígado, riñones y pulmones se encuentran sobrecargados.


La experta comparte la siguiente lista de alimentos recomendados y no recomendados para tener una piel sana, hidratada y luminosa en general, ya que considera que los problemas específicos deben ser tratados de forma particular.


Entre los recomendados están:


Antioxidantes naturales
que son sustancias que pueden prevenir o retrasar algunos tipos de daños a las células como:
Beta carotenos/vitamina A: zanahoria, zapallo, pimiento rojo, hojas verdes, brócoli, mango, papaya, naranja y algas.
Vitamina C: limón, naranja, pomelo, mandarina, lima, pimiento rojo, frutilla, kiwi, frambuesas, arándanos, moras, brócoli y perejil.
Vitamina E: aceites vegetales, semillas de calabaza, almendras y hojas verdes.
Licopeno: tomate, pimiento rojo, sandía y pomelo.


Omega 3: contribuye a una mejor y más saludable circulación sanguínea. Así llegan mejores nutrientes y más oxígeno a las células. Algunas fuentes de omega 3 son:
Semillas de chía y lino activadas y molidas o en aceite prensado en frío, y nueces activadas.


Probióticos: son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a equilibrar las bacterias en el intestino promoviendo una mejor digestión. Y como explicó Bernal al principio: “un intestino sano es igual a una piel sana”.


Los fermentos como kéfir, kombucha, agua enzimática, yogur, quesos vegetales fermentados, kimchie, chucrut, pan de masa madre, etc., son algunas de las fuentes de probióticos naturales.
Agua: es muy importante ya que ayuda a eliminar toxinas, hidratar y oxigenar. Indispensable beberla natural y consumir frutas y verduras crudas.


La profesional recomienda evitar productos que carecen de nutrientes, enzimas digestivas y fibra y aquellos que generan deshidratación celular, contribuyendo al aumento de radicales libres, sobrecargando los órganos depurativos a largo plazo, porque generan mucosidad e inflamación, desequilibran la microbiota intestinal y contribuyen a padecer intestino de membrana permeable entre otras cosas.

Para finalizar recomienda evitar:


Alcohol, café, gaseosas, grasas trans, frituras, azúcar blanca, sal refinada, edulcorantes artificiales, harinas, gluten, lácteos, carnes rojas. Y sugiere dejar hábitos como fumar, la exposición al sol sin protección, y alienta a combatir el estrés y sedentarismo.


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