De Ástor a Pipi: la historia de su primera batería

En una oportunidad única, el reconocido baterista dará una clase abierta y gratuita sobre elementos vitales para el baterista moderno, en el Auditorio del Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA), mañana de 14 a 16. Para presenciarla solo se requiere inscripción previa a extension@iupa.edu.ar. El músico participará esa misma noche, en el concierto con Elena Roger y Escalandrum, en Fundación Cultural Patagonia.

La batería fue un regalo de mi abuelo, recuerda Pipi, no sin emoción. Me regaló 1.600 dólares, una tarde de sábado cerca de Navidad. “Tomá, comprátela”, me dijo… Daniel debió esperar hasta que abrieran la casa de música el lunes por la mañana para adquirir su primer instrumento, una Pearl Export. Antes, había practicado tocando el bombo en la barra de River y pegándole a un par de guías telefónicas, una carpeta y el piso de su casa para los agudos. Yo estudiaba piano clásico durante mi infancia. Luego lo dejé y empecé a jugar fútbol, a escuchar rock e ir a la cancha. Ahí vi por primera vez los tambores y comencé a hacer ritmos con todo hasta que terminé apasionado con la batería.

“Ástor, además de la plata, me dio consejos de dónde debía estudiar y cómo debía tomarme la música. Lo primero que me dijo fue que escuchara jazz, o sea que soy jazzero hoy en día es en parte gracias a él”, reconoce Pipi.


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