De imputado pasó a víctima y fue absuelto

El fiscal no sostuvo la acusación por falta de pruebas en su contra.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- César Beroíza del Pino nunca imaginó que un control vehicular se iba a transformar en un problema que lo llevaría a transitar los pasillos de los tribunales como acusado. Ayer, cuando escuchó que el fiscal Guillermo Lista retiraba la acusación en su contra por el presunto de delito de lesiones contra un sargento de la Policía de Río Negro y resistencia a la autoridad, el hombre de gran porte, rostro y manos curtidas, se quebró. Emocionado soltó unas lágrimas y luego agradeció. La sensación que quedó en la sala es que se había sacado una mochila que arrastraba desde finales del 2009. Beroíza del Pino llegó a juicio imputado por un hecho que ocurrió la noche del 18 de diciembre de 2009. El carpintero regresaba a su casa en su camioneta Toyota Hilux con tres trabajadores a su cargo. Según la acusación original, venía efectuando zigzagueos y por ese motivo lo detuvo un agente policial en el puesto de control ubicado en la Ruta Nacional 40 Sur y Pasaje Gutiérrez. El empleado policial le pidió que bajara de la camioneta para realizar el acta de infracción porque presentaba supuestamente intoxicación alcohólica. Como Beroíza del Pino no colaboró, el policía llamó al sargento Gabriel Torres. El carpintero le recriminó al sargento “porqué no agarraba a los chorros”. Luego, según la acusación, le aplicó un cabezazo. Y después, los dos policías quisieron detenerlo y hubo un forcejeo. Terminó detenido en la Comisaría 28. Pero ayer en la audiencia, el imputado contó una versión totalmente diferente del hecho y negó haber agredido al sargento. Por el contrario, dijo que los policías lo habían golpeado. Lista sostuvo en su alegato que no podía sostener la acusación. Dijo que sobre la base de los testimonios escuchados en la audiencia hubo un procedimiento arbitrario y abusivo por parte del policía. Observó que el imputado usaba lentes y puso en duda de que haya golpeado al policía en la cabeza. El fiscal señaló que Beroíza del Pino fue golpeado en la comisaría y discriminado por su origen chileno. Señaló que llevaba en su poder 5.740 pesos y que luego en la unidad policial le quisieron entregar 5000 pesos y que firmara un documento. Y como se negó, fue agredido. Lista indicó que además le faltaron algunas herramientas de la camioneta. Sostuvo finalmente que no había pruebas para acreditar el delito de lesiones y pidió la absolución. La defensora oficial Mónica Rosatti dijo Beroíza del Pino “fue víctima de apremios y de robo de dinero y de parte de sus herramientas y fue discriminado por su condición de chileno”. La jueza subrogante del juzgado correccional 8, Marcela Trillini, explicó a Beroíza del Pino que había sido absuelto. El hombre agradeció, saludó a todos en la sala y se retiró.


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