Deco verde en el interior

No está de más apuntar algunos tips para que las plantas no pierdan vitalidad.

TEXTO: Ing. Agr. Patricia Costantini, de Integral Instituto de Diseño

Las plantas son un recurso muy habitual en la decoración de interiores porque aportan calidez y naturalidad a los ambientes. Pero a la hora de utilizarlas y mantenerlas en buenas condiciones hay que tener en cuenta una serie de aspectos. La luz es el factor más importante. En el interior de una vivienda, la intensidad de la luz disminuye a medida que nos alejamos de las ventanas. En general las plantas usadas en interiores están adaptadas a vivir con baja intensidad de luz (umbrófilas). Los philodendron y eppipremun, potus verdes y variegados, pueden vivir en habitaciones más oscuras. Las aglaonemas y chamaedorea también resisten poca luminosidad. En cambio, las plantas con colores en su follaje como los crotones, codiaeum y las que tienen flores deben estar al lado de las ventanas, pues requieren alta luminosidad. En una posición intermedia pueden ubicarse palmeras como la kentia y aráceas como la dieffembachia y el spathiphyllum. Hay que tener en cuenta que hoy es posible suplementar la luz natural con lámparas adecuadas para el crecimiento de las plantas, como los tubos de luz de día o las lámparas Grolux, que poseen un espectro adecuado para la vegetación. Otro ítem a tener en cuenta es la temperatura: la óptima para las plantas de interior es de 20 a 25 grados. Es importante que no estén expuestas a corrientes de aire. El riego en general es de una vez por semana en invierno y dos veces en verano. Las plantas más utilizadas para decorar interiores son las palmeras (areca, kentia y chamaedorea), helechos (como nephrolephis), aráceas (spatyphyllum, con flores blancas tipo calitas, dieffembachia con grandes hojas variegadas, potus, syngoniun, entre las colgantes), bromeliáceas (aechmea, nidularium, guzmania con hermosos colores) y flores euforbiáceas (estrella federal, poinsettia o crotones y codiaeum). Otra opción válida para decorar ambientes es recurrir a los arreglos florales, que aportan el color y la belleza de las flores naturales. Se pueden realizar con las flores del jardín propio que irán variando según las estaciones: por ejemplo lirios amarillos en primavera, que pueden ir acompañados con follajes variegados verdes y amarillos como los ligustrun texanun y las ramas flexibles de la corona de novia. O las rosas, que a lo largo de la primavera, verano y otoño nos ofrecen sus bonitas y perfumadas flores. También las margaritas y las azucenas resultan útiles para combinar con diferentes follajes. En invierno los aromos con sus flores amarillas también son un interesante recurso. Con flores adquiridas en los comercios hay muchas más posibilidades: las alstromerias duran mucho tiempo; los lisyanthus, claveles, crisantemos, gypsophila, rosas y follajes diversos, pueden combinarse de acuerdo a sus colores y volumen. En este sentido, los arreglos florales clásicos con mucha elaboración y flores delicadas van siendo reemplazados por otros más sencillos, realizados con una única especie. Por ejemplo con varas largas de calas, varas de azucenas, lirios, astromelias o ramos de margaritas de diversos colores.

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