Denuncian a Repsol por contaminar un campo

La propietaria acudió a la Justicia Federal.Es en el área que pide por diez años más.

NEUQUEN (AN).- La dueña del campo «El Estrellero» ubicado dentro del área Loma de la Lata-Sierra Barrosa denunció a la concesionaria Repsol-YPF ante la secretaría de Energía de la Nación y ante el juzgado Federal de esta ciudad por contaminar sus tierras y por el hurto de áridos. Solicitó además a la autoridades nacionales que se abstengan de innovar en el contrato de concesión del área hasta tanto la firma cumpla «con las obligaciones emergentes de la concesión».

El conflicto entre las partes ya obligó a la jueza Margarita de Argüelles a intervenir debido a que la superficiara cerró las tranqueras de su campo e impidió el libre movimiento de los operarios de Repsol-YPF. La magistrada dispuso la apertura del campo, mientras analiza qué decisión tomará respecto de la denuncia por contaminación y hurto. Si entiende que hay mérito para investigar la misma deberá darle traslado de la misma al juez Guillermo Labate por tratarse de un supuesto delito penal.

El establecimiento «El Estrellero» donde se explota el yacimiento «Aguado Toledo-Sierra Barrosa» llegó a un acuerdo en febrero con la petrolera para el pago de un canon por servidumbre de paso. Sin embargo, sus propietarios meses más tarde reclamaron una adecuación de ese canon en virtud del «relevamiento real de las instalaciones encontradas en el yacimiento».

Durante cuatro meses, según una nota que la dueña del campo, Zulma Trabucco, le envió a la secretaría de Energía de la Nación, mantuvo conversaciones con los responsables de Repsol-YPF para llegar a un acuerdo sobre el canon.

Estas conversaciones se interrumpieron, siempre según Trabucco, por la actitud «intransigente de la empresa», lo que la llevó a hacer un escrito en el que detalla «las diversas transgresiones a las normas que regulan la explotación del yacimiento» y en el que incorpora «otros rubros al reclamo inicial, tipificados por ley como objeto de resarcimiento».

Las notas con el reclamo fueron dirigidas al gerente de Relaciones Externas de Repsol-YPF, Roberto Villa, con quien este diario no pudo comunicarse debido a que se hallaba fuera de esta ciudad.

A la discusión de un nuevo canon le suma la superficiaria un pedido de indemnización por la transgresión a las norma que regulan la construcción y tendido de los oleoductos que atraviesan el campo y el hurto de áridos. Las supuestas irregularidades fueron fotografiadas y filmadas.

Técnicos de la subsecretaría de Energía de Neuquén realizaron este año un trabajo estadístico sobre los «incidentes ambientales». Ante una consulta de «Río Negro» los responsables de informe no lograron precisar si existe una denuncia de la empresa o de la superficiario sobre un episodio de contaminación en ese campo.

Sí existe en el juzgado Federal Civil de la jueza Margarita de Argüelles un expediente que se inició en principio por una presentación de petrolera en contra de la superficiaria porque ésta le impedía por medio del cierre de las tranqueras el libre paso por el campo.

La jueza ordenó abrir las tranqueras pero al mismo tiempo recibió una contestación de la demandada, con el asesoramiento del abogado Eduardo Del Río, en el que detalla los hechos de contaminación y de hurto de árido.

Ante el contenido de la contestación, la jueza federal le dio vista al fiscal para que determine si los hechos mencionados podrían constituir un delito penal, dado que de ser así deberá girar éstos a su par del juzgado penal, Guillermo Labate.

El diferendo entre el superficiario y la empresa toma estado público en momentos en que la Nación se apresta a firman el convenio con Repsol-YPF para la prórroga anticipada de la concesión del área Loma de la Lata-Sierra Barrosa.

En el reclamo que efectuó la dueña del campo Zulma Trabucco a la secretaría de Energía de la Nación se solicita «su intervención a efectos de que la concesionaria cumpla con las obligaciones emergentes de la concesión, absteniéndose de emitir opinión favorable al pedido de la renovación si los intreses del superficiario siguen sin ser respetados y considerados».

«Extracción de áridos sin autorización»

NEUQUEN (AN).- La extracción de áridos sin consentimiento, una acción que podría constituir el delito de hurto, es otro de los cargos que la dueña del campo le hace a los responsables de la explotación petrolera en el yacimiento Aguada Toledo-Sierra Barrosa.

Personal del establecimiento «El Estrellero» realizó un relevamiento de la propiedad y detectó la existencia de «diez canteras cuyo volumen extraido no guarda relación con el monto abonado por dicho rubro durante los años de posesión», dice la doctora Trabucco en su nota de reclamo a la empresa. Según un informe de Trabucco, sólo recibió durante esos años la suma de 7.000 pesos por la extracción de áridos.

Además de considerar que se está llevando a cabo un hurto, señala que «la forma indiscriminada en que se efectúa el movimiento de suelo no repara en cortar cerros» y que el procedimiento «no sólo altera el perfil edático sino que también provoca daños en la cobertura vegetal directamente a la fauna autóctona y a los animales de cría».

Por la extracción de áridos, la dueña del campo también reclama ser indemnizada como corresponde y a una nota enviada al gerente de Relaciones Externas de Repsol-YPF, Roberto Villa, en octubre último le adjunta «la prueba fotográfica y notarial que testifica la sustracción en distintas fechas -julio y setiembre- siempre con la misma modalidad: sin autorización y sin indemnización».

Para la dueña de campo el accionar de la concesionaria se «contrapone al compromiso medioambiental que asumió la empresa Repsol en la declaración de `Misión, Valores y Prinicipios´ y violatorio de la obligación de dar buen cumplimiento a las obligaciones emergentes de la concesión».


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