Carlos Bilardo recibió una visita que emocionó a los fanáticos de Estudiantes
El técnico campeón del mundo volvió a aparecer en redes gracias al gesto de un grupo de referentes muy ligados al club platense. Los detalles.
Carlos Bilardo recibió una visita que emocionó a todos en Estudiantes de La Plata.
Carlos Bilardo, leyenda viviente del fútbol argentino y símbolo eterno de Estudiantes de La Plata, protagonizó un reencuentro cargado de emoción junto a viejos conocidos del Pincha. La imagen de ese momento, compartida por el exdelantero Pablo Lugüercio, tocó fibras profundas entre los hinchas y revivió la admiración por uno de los grandes cerebros del fútbol nacional.
En la postal se lo ve rodeado de nombres con historia en el club: José Sosa, hoy referente del equipo, el propio Lugüercio, el inseparable Miguel Ángel Lemme —fue su ladero durante años en el cuerpo técnico—, el utilero Rubén “Pocho” Masina y el médico Pedro “Osky” De Barrio.
Todos ellos dijeron presente para abrazar al Doctor, quien desde hace años atraviesa un duro cuadro de salud. La visita no fue una más. Fue una forma de decir “estamos con vos” a un tipo que dejó una huella en el fútbol que ni el tiempo ni la enfermedad pueden borrar.
Lugüercio fue quien publicó la foto y dejó un mensaje que desbordó cariño y admiración: “Compartir un momento más con el Doctor fue pura emoción. Estar ahí, representando a cada futbolero que lo quiere, fue un honor”, arrancó.
En su posteo, el “Payaso” recordó la etapa más fundacional de Bilardo en Estudiantes, cuando allá por los 80 volvió al club y, con referentes como Cacho Malbernat, el Tata Brown, Bocha Flores, Juan Ramón Verón y Carlos Pachamé, le pusieron el pecho a un momento bravo apostando por los pibes del club. “Sembraron algo que todavía hoy seguimos cosechando”, escribió.
El texto también valoró el legado intangible del Doctor: el compromiso, la entrega total, la ética de trabajo y esa locura metódica tan suya que terminó forjando a generaciones de jugadores. “Nos enseñó a luchar, a ser dignos y a dejar todo por esta profesión”, remató Lugüercio.
Bilardo, que atraviesa el síndrome de Hakim-Adams —una enfermedad neurológica progresiva—, continúa con tratamiento y cuidados permanentes. Según contó su hermano Jorge en otras ocasiones, si bien el Doctor habla poco y tiene dificultades para sostener diálogos largos, sigue reconociendo a su entorno y está contenido por su círculo íntimo.
El cariño que despierta no se apaga, y esta visita volvió a ponerlo en el centro del afecto popular. Porque Bilardo no es solo el técnico que levantó la Copa en México ‘86: es un tipo que marcó a fuego el ADN de Estudiantes y dejó enseñanzas que trascienden lo táctico.
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