Copa de la Liga: los cinco grandes y la inestabilidad de sus técnicos

Demichelis tiene alta efectividad, pero es cuestionado. Tevez ya habló de "renuncia". Martínez no encuentra regularidad en Boca. Costas e Insúa tienen espalda y banca del hincha, pero sus números son flojos. ¿Resistirán?

Martín Demichelis tiene dos títulos en el bolsillo, mañana puede sumar el tercero y River es el único invicto de la Copa de la Liga, pero los hinchas igual lo miran de reojo. Carlos Tevez le dio una identidad a Independiente y está en zona de clasificación, pero el lío con los árbitros y los dirigentes lo hizo tambalear. Diego Martínez trata de encontrarle la vuelta a un Boca que pasa de no patear al arco a meter cuatro y, en el medio, escucha los primeros cuestionamientos. Gustavo Costas y Rubén Insúa están en la misma: son tan queridos por el hincha de Racing y San Lorenzo que a veces confunden ese margen y repiten errores. Así, inestables, llegan los cinco técnicos a la recta final del torneo local.


Demichelis, invicto en medio de tormentas


River tiene, sin dudas, el plantel más rico del fútbol argentino y Demichelis pasó de una gran administración en 2023 a algunas dudas en esta temporada. Con marca de 4 victorias y 6 empates en una zona que está que arde, tiene encaminado el pasaporte, pero igual escucha murmullos y hasta fue silbado en el 2-0 sobre Independiente Rivadavia.

El hincha no le perdona la salida de Enzo Pérez –mañana se cruzarán en la final de la Supercopa Argentina-, reclama más minutos para los pibes (Echeverri y Mastantuono) y no se banca situaciones como las de Esequiel Barco en el penal que le sacó a Miguel Borja. Y si del Colibrí se trata, hay que decir que es un acierto del DT. Lo bancó y el colombiano es el único goleador del torneo con 10 tantos.


Las idas y vueltas de Tevez


Que Independiente tenga los mismos puntos que River suena raro y ahí hay un mérito de Tevez, que cuenta con mucho menos material, pero se las ingenió para armar un equipo competitivo. El Rojo, sin brillar, recuperó protagonismo, tuvo puntos altos y viene de jugar un buen clásico ante un Millonario que, se sabe, lo tiene alquilado a lo largo de la historia.

En la última conferencia de prensa, el Apache bajó un poco los decibeles en su disputa con los árbitros y el dirigente Pablo Toviggino, pero está claro que esa situación lo desestabilizó. Primero mencionó la palabra “renuncia”, después largó “Carlos Tevez no se va”. Y cuando empiezan con ese ida y vuelta, la puerta de salida se empieza a abrir.


Martínez y el andar irregular


Lo de Martínez en Boca va a mitad de camino. El equipo nunca se pudo meter entre los cuatro y esto habla de una marcada irregularidad. Para muestra, un par de botones: hay que darle la razón al Kily González cuando dijo “no nos patearon al arco” en el duelo ante Unión y resaltar la muy buena producción ante Racing, con cuatro goles y varias ocasiones claras.

El Xeneize también tiene riqueza en su plantel: por fin apareció Edinson Cavani, Cristian Medina anda derecho y, por primera vez en la era Riquelme (antes vice, ahora presi), acertó con los refuerzos, porque Cristian Lema, Lautaro Blanco y Kevin Zenón se metieron en el equipo en tiempo récord. “Cada partido es una final”, dijo el DT. Solito, entendió que se vienen partidos vitales.


Costas y los puntos perdidos en el Cilindro


Costas llegó a Racing con la idea de ser el Ferguson de la Academia y está en todo su derecho. Con una dirigencia estable, sin los líos de otras épocas y con billetera, se armó un grupo interesante, pero la realidad es que todavía está lejos desde los resultados. Es cierto que le ganó el clásico al Rojo, en Avellaneda, pero sufrió tres golpes inesperados en el Cilindro (Unión, Godoy Cruz y Sarmiento), que lo bajaron al octavo puesto en la zona B.

Juanfer Quintero la rompe, Maravilla Martínez es un goleador de raza, tiene muchas variantes ofensivas y abundancia del medio para atrás, pero las cuentas no dan. Encima, Costas se sienta frente al micrófono en la sala de prensa de La Bombonera y larga: “En el primer tiempo, parecía que nosotros éramos locales”. Se había comido 4…


Insúa y los pobres números del 2024


El quinto elemento (inestable) es el Gallego Insúa. Ochentoso, con el mismo peinado con el que la rompía en su época de jugador, sereno y armador de buenos proyectos, llegó para quedarse a vivir en San Lorenzo. De hecho, así lo entendieron todos en el mundo Santo y es, de los cinco, el que parece más firme en su puesto.

Sin embargo, los números en la Copa de la Liga son flojísimos: 1 victoria, 6 empates y 2 derrotas, con 7 goles a favor y 10 en contra. Con cualquier otro técnico, era fin de ciclo. Pero Insúa resiste y la banca con poco material. El milagroso 2023 depositó al Ciclón en la Libertadores y eso agrandó aún más la espalda de Insúa, pero está claro que los resultados mandan y hoy las cuentas no le dan.


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