Primer asado de la Selección con carne y parrillas argentinas: la importancia del ritual

"El asado genera un ambiente de unión y química colectiva. Es parte de nuestra cultura“, contó Scaloni sobre un momento que, en lo grupal, fue clave durante la Copa América y ahora se repite con material de industria nacional. Se llevaron 900 kilos de carne.

“Mi comida preferida es el asado, pero esto va más allá. Los que nos seduce de hacerlo, y puntualmente acá, es lo que significa, lo que nos genera. Porque nos da un ambiente de unión y química colectiva. Es parte de nuestra cultura, de la idiosincrasia argentina. Es ese tiempo que disfrutamos juntos, que nos permite charlar, reírnos, distendernos y conectarnos”, asegura Lionel Scaloni desde Qatar.

El entrenador del combinado nacional explica por qué, entre las tantas cosas que se trasladaron al país sede del Mundial, decidieron llevar 900 kilos de distintos cortes y parrillas bien argentinas para que los chefs encargados tengan lo mejor posible para este ritual tan especial. Anoche, en Doha, se hizo el primer asadazo y los jugadores lo compartieron en redes sociales.

En la Argentina, últimamente, lo puso en tema Juan Román Riquelme, con su asado de los viernes que, en un momento dado, se transformó en cábala en Boca. “Comer un asado es pasar un momento juntos, es tratar de distraerse y distenderse un poco. Se disfruta”, analizó el vice xeneize, muy en sintonía con lo que piensa Scaloni.

Lo mismo piensa Julián Lanzillotta, el dueño de Fuegos JL, la empresa nacional surgida en 2018, casi de casualidad, que hoy es la más elegida por futbolistas y otros deportistas. Incluyendo la AFA, que lo contactó, igual que a otras 10 empresas, para determinar cuál sería el proveedor.

En este caso mandó distintos tipos. Le pidieron cuatro más convencionales que hizo especialmente porque no es la especialidad de la casa y, de yapa, mandó su buque insignia, conocido como Floki, que tiene dos cruces para cocinar a la estaca y jaula para colgar y ahumar. Ayer se usó como brasero, sin la jaula, pero tal vez los jugadores se animen, en el futuro, a explorar el asador. “Ojalá se animen, aunque yo, la verdad, ya toqué el cielo con las manos…”, dice, Julián, orgulloso.

Todo este equipamiento se ubicó en el quincho que se armó dentro del enorme predio que tiene la Universidad de Qatar, donde ya se aloja la delegación nacional a la espera del debut del martes, a las 7 de la mañana, ante Arabia Saudita. “Buscamos que todos se sientan como si estuvieran en el predio de Ezeiza. Por eso también el quincho y las parrillas”, contaron desde adentro.

Lanzillotta cuenta cómo llegó a cumplir un sueño que nunca soñó. “Todo arrancó en 2017, con mi pasión por el asado, sobre todo cocinar a la estaca. Un día se me ocurrió hacer algo distinto para el fondo de casa. El segundo lo hice para mi club, Mariano Moreno, donde jugué hasta hace años. Y me pasó algo increíble un día de junio del 2018: salí del vestuario, luego de un partido, y vi que había cerca de 100 personas alrededor del aparato, sacándole fotos y preguntando quién lo había hecho. El lunes ya tenía como 20 mensajes pidiéndome si podía producir otros. Así nació la idea de abrir una cuenta de Instagram (@fuegosJL), con un logo que me armó mi hermano, y de empezar a fabricar”, relata.

El primer año hacía 20 por semana, de forma muy artesanal y con la ayuda de dos amigos (“sobre todo Toto”, aclara), yendo a buscar ruedas al Interior del país. Pero todo empezó a explotar cuando los deportistas famosos hicieron su aparición. Primero fue Nicolás Laprovittola, jugador de la Selección de básquet, conocido de Lanzillotta de la zona del oeste del conurbano bonaerense, donde ambos se criaron.

Todo explotó cuando los hermanos Funes Mori compraron varios y subieron varias historias a su Instagram, enloquecidos con las nuevas adquisiciones. “Justo ese día viajaba a Italia, de vacaciones con mi familia, y me empezaron a llegar miles de mensajes. Vendí como 100 asadores. Y yo no tenía nada, ni empleados, ni siquiera un taller”, recuerda. Ahí empezó a armar lo que tiene hoy, una sede central en General Rodríguez, una fábrica en Moreno y una sucursal en Boerne, Texas, que vende a todo Estados Unidos, además de llegada a otros 39 países.

Así llegaron muchos otros futbolistas. “Bruno Zuculini, un grande, me compró varios. De River también tiene Enzo Pérez, en su momento el Pity Martínez, Cavenaghi y Lamela. De Boca, Palermo, Battaglia, Schiavi, Andrada, el arquero… Gago también. Ni hablar de (Rodrigo) De Paul. El momento top fue cuando me pidió Manu, en 2021. Se lo llevamos a su casa, en San Antonio», cóntó.

Aunque se define como poco futbolero, esta alianza con la AFA lo emociona mucho. “Se trata de la Selección de nuestro deporte más popular, con el mejor del mundo en nuestro plantel, en un Mundial que tanto esperamos, con todo lo que esto genera en la gente…. Y que mis productos estén ahí, con ellos, siendo parte seguramente de un momento muy especial como es un asado, es algo que, la verdad, me llega al corazón. No hay un mejor lugar para nuestros productos. Si ahora me tengo que retirar de esto, ya está”, se sincera, emocionado.


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