Opinión: la Máquina del Muñeco no se detiene
Incluso en un amistoso de preparación, el conjunto que dirige Marcelo Gallardo mostró toda su voracidad.
Omar Labruna, hijo de Ángel, le entregó el trofeo a los jugadores del Millo. Foto: Prensa River
Una de las respuestas más demostrativas de Enzo Fernández, cuando habló con Río Negro durante la pretemporada de River en San Martín de los Andes, fue aquella en la que mencionó la conciencia que tiene el equipo de Marcelo Gallardo en relación a su superioridad sobre los rivales.
‘‘Creo que los últimos 25 o 30 minutos se nota la diferencia física y el convencimiento del grupo, que es unido y va siempre para adelante. No nos dejamos caer’’, comentó el volante.
El Millo tiene confianza y convicción para desarrollar su juego y ayer dio una muestra más de ello en otro amistoso, el primero con público de la preparación para los partidos por los puntos del 2022.
Con varias ausencias sensibles, como las de los citados a sus respectivas selecciones (Franco Armani, Julián Álvarez, Robert Rojas, Paulo Díaz y Héctor Martínez) la fisonomía de River no cambió.
En ese sentido, se dio la grata presencia para el fútbol norpatagónico de Ezequiel Centurión en el arco. El cipoleño dio muestras de solidez las pocas veces que lo llamaron.
Con refuerzos de calidad llegando en masa, la expectativa se renueva. Ayer, los que entraron lo hicieron en gran forma futbolística y la sensación de superioridad fue la misma que se vio en el cierre del año pasado.
Platense, uno de los rivales duros que tiene la primera división, apenas pudo ser partener de la formación del Muñeco, que aprovechó para darle rodaje a varios que no suelen ser titulares, y terminó disfrutando la tarde en el Monumental.
La copa ‘‘Ángel Labruna’’, que se puso en juego en homenaje a uno de los ídolos que integró ‘‘La Máquina’’, el famoso equipo de River en los años 40’, quedó en manos del conjunto de Gallardo, que también tiene lo suyo y quiere ir por todo este año.
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