Mauro Boselli fue crítico sobre los «bautismos» en las pretemporadas de fútbol: enterate qué dijo
Uno de los capitanes y jugadores más experimentados de Estudiantes de La Plata opinó sobre el “bautismo” que se le hace a los juveniles que debutan en Primera. Conocé la postura que tomarán en el "pincha".
Estudiantes de La Plata busca erradicar la costumbre de rapar a sus juveniles como ritual de bienvenida en la Primera División. Foto Archivo.
Mauro Boselli, delantero y uno de los máximos referentes que tiene el plantel Estudiantes de La Plata tomó una decisión frente a los recurrentes actos de «bautismo» que reciben los jugadores más jóvenes cuando llegan al plantel mayor. Aseguró que lo acordaron en conjunto con el arquero e ídolo del club, Mariano Andújar, durante esta pretemporada.
Boselli y Andújar son los líderes de Estudiantes de La Plata. Los experimentados referentes del «pincha» son los encargados de poder comandar los destinos de muchos futbolistas surgidos de la institución.
El atacante fue uno de los jugadores que marcó una firme postura sobre uno de los temas que más se naturalizan en el deporte: los estrafalarios cortes de pelo entre compañeros.
En diálogo con TyC Sports, Boselli fue categórico y dijo que dentro de su liderazgo dentro del equipo, no van a hacer sentir mal a ningún jugador, mandando un mensaje directo al mundo del fútbol.
«No queremos hacer sentir mal a un chico que está haciendo su primera pretemporada y le gusta tener el pelo largo. o tiene sentido ridiculizarlos. Mientras estemos nosotros, no se va a dar«, sostuvo Boselli.
El contexto sobre el cual se refirió el capitán de Estudiantes sienta su base en la frecuente e histórica práctica que realizan gran parte de los clubes del fútbol argentino con los estrafalarios cortes de cabello a los jugadores que cumplen con los primeros contactos en el plantel de Primera División.
Por último, Boselli hizo uso de preguntas retóricas y apeló a los demás referentes del ambiente futbolístico. En sus declaraciones, hizo hincapié en el porqué hay que «hacer pasar a los chicos por ese mal momento«, que incluso vulneraba el deseo que pudieran legítimamente experimentar o querer llevar el pelo largo. «No me parece gracioso», concluyó.
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