Con la bandera de Las Grutas para alentar a Argentina en Qatar: el día que Paula no olvidará

Paula Vincent viajó a Doha para trabajar en el Fan Fest y pudo comprar una sola entrada, la de Argentina - Países Bajos: "Fue la experiencia más increíble que viví". De alentar a la Scaloneta al recuerdo emocionado de su abuelo y un video de colección. Mirá...

Paula Vincent anoche con su bandera de Las Grutas en el partido en el que Argentina venció por penales a Países Bajos tras el empate en dos goles.

«No te puedo explicar, porque no vas a entender», cantaba Paula Vincent anoche, con miles de argentinos en Qatar 2022 y millones de La Quiaca a Ushuaia. Ese himno de los hinchas en el Mundial, ese hit que rinde homenaje a Maradona, a los pibes de Malvinas y se grita con el alma cuando llega la parte de ahora nos volvimos a ilusionar. Ella lo cantaba y se acortaba de su abuelo Angelo, ese gringo entrañable que le transmitió la pasión por el fútbol, Boca y la Selección y que se hizo querer en San Antonio Oeste, a donde llegó para trabajar como plomero desde la lejana Palombara Sabina (cerca de Roma) tras aprobar un examen cuando todo estaba por hacerse en la Patagonia desolada y él debía construir su futuro en la costa de Río Negro, como tantos otros inmigrantes. Muchos años después, fue ella quien pasó varios exámenes para poder cumplir el sueño de trabajar en el Fan Fest de Doha y alentar a Messi y toda la banda de la Scaloneta. Solo pudo conseguir una entrada, la de Argentina – Países Bajos. Y el destino la ubicó detrás del arco de los penales donde el Dibu Martínez volvió a dar cátedra y Leo agrandó su leyenda. Ahí estaba Paula, mirando al cielo, pidiéndole a su abuelo el triunfo, pensando en él cuando los jugadores caminaban lento para agarrar la pelota y jugarse el patíbulo o la gloria. Y fue gloria. «Una terrible fiesta, una locura interminable», cuenta ahora, el día después, cuando debe ir a su puesto en la caja de un bar de una cadena internacional de hoteles, pero qué importa el cansancio si ayer fue inolvidable. «Fue la experiencia más increíble de mi vida«, dice.

La nieta y el abuelo en el mismo lugar: Paula en la Bombonera que su abuelo Angelo le enseño a amar. Muchos años entre las dos fotos, la misma pasión.

Paula anoche en Qatar luego de Argentina – Países Bajo. La euforia y la dedicatoria: «Gracias Selección, gracias abuelo».

Un día inolvidable, paso a paso


«Tenia franco ayer y con dos compañeros que también consiguieron entrada en el mismo sector salimos a dar una vuelta. Nos metimos en un shopping, encontramos ropa a buen precio y nos volvimos al hotel a comer», relata Paula Vincent. Con 23 años, a punto de recibirse de licenciada en Turismo en Bahía Blanca y con experiencia como moza, recepcionista y guía en Las Grutas, integra una delegación de 22 chicas y chicos de la Argentina contratados para trabajar en el Fan Fest, ese de la pantalla gigante de 100 metros, los bares y los recitales como el de Maluma donde se cruzan hinchas de todos los países. Es la única de la Patagonia en el grupo.

«Tipo cuatro arrancamos para el estadio. En el metro ya se sentía el clima. Íbamos a la última para al norte. En el vagón no había muchos argentinos, pero en el de al lado sí, cantaban y saltaban, veíamos que se movía. En una estación nos cambiamos, corrimos rápido, queríamos ir en ese. Y desde ahí no paramos de cantar hasta llegar, ya empezó ahí la locura», cuenta.

«Caminando al estadio me pedían fotos con la bandera de Las Grutas, sobre todo gente de la India. No me preguntes por qué, tampoco lo entendía, pero pasaba eso. Al llegar a la cancha te revisan todo, no te dejaban pasar con nada. Estábamos en la parte de arriba, se veía bien pero no había muchos argentinos«, describe.

Terminó el partido, sigue la fiesta.

Si en el metro se cambiaron de vagón, en el estadio de tribuna: se pasaron al sector bajo, que sí estaba lleno de camisetas albicelestes. «Fuimos a comprar algo y aprovechamos, había asientos vacíos, nos mandamos, nadie nos sacó», dice.

Desde ahí vieron los penales. «Yo estaba quebrada, lloraba, mezcla de enojo, emoción, nervios. Y le pedía a mi abuelo que ganemos, miraba al cielo, pensaba todo el tiempo en él», relata.

Lo que siguió, del llanto a la euforia, entró a la galería de los recuerdos para siempre, como todo ese día soñado. El aliento, los cantos, los abrazos, las lágrimas, el por qué tenemos que sufrir tanto..

Dos bosteros felices en Qatar: Wanchope Ábila y Paula Vincent.

Después, en la salida, el encuentro con Wanchope Ábila, el ex jugador de Boca. Le mostró el tatuaje. «Eh, sos bostera», dijo Wancho y se sacaron una foto con las sonrisas más grandes del mundo. La caminata al metro., los saltos, la felicidad. El vagón que se mueve con la banda de la Argentina que está bailando de la cabeza. «Llegamos como a las 5 de la mañana, había terrible cola en el metro», cuenta y agrega que en el inmenso estadio Lusail entran cerca de 89.000 personas.

«Nos fuimos cantando, fue una fiesta terrible. La experiencia más increíble que viví en mi vida. No la puedo explicar», dice Paula y se despide para ir a trabajar al Fan Fest, ilusionada como 45 millones.


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