¿Derecho a elegir o a ser elegido?
En relación con alternativas destinadas a moderar la tendencia a la fragmentación del sistema de partidos (más material en estas páginas), Ana María Mustapic opina que el Poder Judicial también tiene posibilidad de incidir positivamente. Sostiene que “la mayor parte de los conflictos que dirime la Justicia Electoral gira en torno a diferencias entre partidos, en el interior de los partidos y entre candidatos. Al momento de justificar los fallos, la Justicia Electoral tendió a privilegiar el derecho a ser elegido y sólo en forma indirecta consideró su impacto sobre el derecho de los ciudadanos a elegir. Una alternativa a este estado de cosas sería hacer un mayor énfasis en el derecho a elegir”. Y agrega: “La tradición estadounidense ofrece un ejemplo interesante, ya que buena parte de la jurisprudencia vinculada con ese tipo de litigios se construyó a partir del mayor celo puesto por los jueces en el ejercicio del derecho a elegir. Sus decisiones buscaron simplificar la oferta electoral al entender que la competencia democrática debía ofrecer al ciudadano opciones electorales claras. Teniendo en cuenta esta visión, no es aventurado suponer que la Justicia estadounidense no hubiera avalado las listas colectoras allí donde la Justicia Electoral argentina sí lo hizo”.
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