Destacaron la lucha de Ivana Rosales contra la violencia de género

Todos los sectores sociales evocaron su compromiso y criticaron el abandono por parte del Estado. Ayer la provincia decretó un día de duelo.

La potencia transformadora de Ivana Rosales es infinita. Aún en su ausencia. Son las 17.22, el cielo está despejado y se sienten los 20° en la capital. No hay dudas de que vino a cubrir con sol tanto desamparo.

El informe preliminar de la autopsia que recibió la fiscalía dice que tuvo una muerte súbita. Ivana padecía epilepsia a causa del ataque que sufrió en 2002 por quien era su expareja, Mario Garoglio. Había sobrevivido a un intento de femicidio, que quedó impune, pero el patriarcado deja huellas en el tiempo. A lo que no se repuso fue a la violencia institucional que devino.

En 2005 Ivana interpuso, con la representación del CELS, una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Hacía tres años y medio que intentaba encontrar una reparación y en garantizar políticas públicas en materia de violencia sexista.

“Recién en julio de este año comenzamos a tener una conversación concreta y genuina sobre la posibilidad de un acuerdo, que tanto la gestión anterior como esta gestión a nivel nacional y provincial tardaron muchísimo en realmente ponerse al frente de lo que significaba reparar. Entre esas medidas solicitadas estaban acondicionar y convertir su casa en un centro de atención a víctimas de violencia de género, que no hay en Plottier. Ese lugar iba a llevar el nombre de Maika”, explica Gabriela Kletzel, directora del equipo de trabajo internacional del CELS.

Maika y Abril, las hijas de Ivana, fueron abusadas por Garoglio. Maika se suicidó. Abril no usa su apellido.

Reconocimiento

Kletzel afirma que entre las medidas estaba también “poner en práctica definitivamente la ley que garantiza patrocinio jurídico integral y especializado a las víctimas de violencia de género. La otra cosa importante para Ivana es que el Estado iba a hacer un acto de reconocimiento público de su responsabilidad por la actuación de la justicia de la provincia de Neuquén y por la violencia desde el Estado. Se iba a leer un texto de disculpas.”

“Vamos a hacer realidad ese sueño de ella”, declaró ayer el gobernador Omar Gutiérrez, en relación con el pedido de convertir su casa en un centro de atención. Llega muy tarde.

“No sólo es el Estado que la abandonó durante tantos años, sino que le negaron la posibilidad de la reparación en vida, porque hace tres años se viene en reuniones dilatorias de parte del gobierno de Neuquén que no quiso escuchar el pedido de Ivana que esa casa se convirtiera en un refugio integral de atención contra la violencia a las mujeres. No es un simple refugio”, asegura Ruth Zurbriggen de la Colectiva Feminista La Revuelta.

“Ivana será recordada porque pudo salir de los actos más inhumanos de violencia y cambiar este estado de cosas. La experiencia más vital es esa y es lo que deja a muchas otras mujeres, más allá de la injusta situación de esta muerte que nos toca hoy afrontar. La posibilidad de transformación de una mujer cuando entiende que lo que tiene encima es a un macho violento, patriarcal, y que de ahí hay que salir y hay que hacer de esa causa una causa política, social, colectiva para que no le pase a nadie más”, afirma.

Las ganas de vivir

Luis Rey, productor del documental “Ella se lo buscó”, que relata la vida de Ivana menciona: “Lo que siempre se me vino a la cabeza cada vez que proyecté la película es la entereza y las ganas de vivir, y las ganas de seguir adelante, a pesar de todo, a vencer sus propios miedos, de luchar contra un sistema que en muchos casos es perverso y poder seguir adelante y apostar a la vida.”

Ivana estaba embarazada. Contenta. Su cuerpo se preparaba para el futuro. Estela Cavazzoli, su amiga, señala: “Participaba de los Encuentros Nacionales de Mujeres. Tenía su lugar en el colectivo para octubre. Estaba entusiasmada.” Y allí estará en Chaco. En la inmensa marea feminista, el pogo más grande del mundo.

 

 

El pedido de disculpas que Ivana quería que hicieran los Estados nacional y provincial como parte del acuerdo.

El abuso a sus hijas, el otro gran golpe

“Tiene que aprender que los cuerpos nuestros son nuestros”, dijo Ivana Rosales en febrero de 2012 cuando su expareja Mario Garoglio fue condenado a cuatro años de prisión por haber abusado de las hijas de ambos. En octubre de 2010, Garoglio había sido detenido en Cipolletti tras la denuncia de abuso sexual. Lo apresaron cuando reapareció después de estar prófugo para evitar la condena a cinco años de prisión que le había impuesto la justicia neuquina. El entonces juez de Instrucción Gustavo Herrera lo procesó por el delito de abuso sexual simple agravado contra dos menores de edad y le dictó la prisión preventiva por lo que llegó al juicio encarcelado. El debate se realizó en 2010 y en febrero de 2012 fue condenado. Dos años más tarde recibió el beneficio de las salidas transitorias.

 

El pedido de disculpas que Ivana reclamaba del Estado

El Estado Argentino asume su responsabilidad internacional por la violación de los derechos de Ivana Emilce Rosales y sus hijos en virtud del grave maltrato institucional que sufrieron por parte de funcionarios de la provincia de Neuquén que acarrió terribles consecuencias sobre su integridad personal.

La desprotección estatal afectó incontables aspectos de su vida. Los jueces provinciales Emilio Castro, José Andrada y Eduardo Badano y el fiscal Eduardo Velasco Copello sometieron a Ivana Rosales a un proceso que lejos de haberle garantizado justicia por ser víctima de un caso de violencia de género la revictimizó a través de actuaciones y decisiones discriminatorias y estereotipadas que minimizaron y justificaron hechos que casi le cuestan la vida.

Durante años Ivana y sus hijos sufrieron las consecuencias de la ausencia de una política de Estado que provea una respuesta integral y adecuada frente a la violencia de género. Por estas razones el Estado argentino reconoce su responsabilidad internacional por la vulneración a los derechos a la integridad personal, a las garantías judiciales, a la protección de la honra y la dignidad, a la igualdad ante la ley y a la protección judicial efectiva así como a los artículos 4 y 7 de la Convención Belém do Pará. En función del reconocimiento de responsabilidad internacional formulado en el caso el Estado argentino y la provincia de Neuquén consideran oportuno presentar sus mas sinceras disculpas a la señora Ivana Emilce Rosales y a sus hijos.

La vulneración sufrida por Ivana Rosales son una lamentable muestra de una realidad extendida que afecta a mujeres a lo largo de toda la Argentina por ello a pesar de los avances normativos en los últimos años se incluyen en este acuerdo medidas de diversa índole para avanzar en la prevención y erradicación de la violencia contra la mujer.


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