Desviar aguaal lago Pellegrini «es un recurso extremo», dice el presidente de la AIC

CINCO SALTOS (ACS).- No figura en los planes inmediatos de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas -AIC- mandar agua al lago Pellegrini porque el río Neuquén no está todavía en una situación límite y es un recurso extremo. Una eventual decisión en este sentido obligaría a la evacuación de numerosas familias asentadas a orillas del arroyón.

Mandar hoy agua al lago Pellegrini «sería quedarnos en forma rápida sin esa alternativa» dijo el presidente de la AIC, Horacio Collado. Estimó que «esa carta hay que jugarla cuando realmente sea necesario» porque además el lago es «cerrado, no es como los embalses de las presas que uno va largando el agua en forma lenta».

En declaraciones a la radio cipoleña LU19 y a «Río Negro», Collado fundamentó que enviar agua al Pellegrini «con un río Neuquén que no está en una situación límite» es «quedarse sin ninguna reserva para cualquier eventual lluvia» considerable.

En los próximos «15 a 20 días no va a bajar el caudal en el río». Si las «condiciones meteorológicas ayudan nos permitiría ir disminuyendo el volumen a partir de fin de este mes».

Las casas asentadas en la zona del bajo arroyón están en la jurisdicción de los municipios de Cordero o Cinco Saltos, depende de qué lado de la ruta provincial 70 se ubiquen.

El presidente del Concejo Municipal de Cordero, Néstor Braun, estimó que si el agua se desviara hacia el lago hay «más de 40 familias que deberían ser evacuadas de las orillas del arroyón, desde el paraje El 15 hasta el puente para ir a Ruca Co». Braun dijo estar tranquilo «porque el titular de la AIC» le aseguró no hay posibilidad que se desvíe agua hacia el Pellegrini.

El arroyón lleva agua al lago Pellegrini que proviene de la descarga excedente del sistema de riego de Campo Grande y de la regulación del caudal del canal principal a través de una compuerta en el dique del paraje El 15 de Barda del Medio. Esto, en época de riego; actualmente no hay prácticamente agua.

En caso de una eventual necesidad de derivar caudales hacia el lago Pellegrini se abriría el tapón de descarga del río Neuquén en Barda del Medio para conducirla por el canal desviador que actúa como fusible y la derivaría directamente al arroyón y al lago.

Las casas ubicadas en la margen sur del arroyón están más bajas y son las más expuestas a un hipotético desvío de agua extraordinario hacia ese sector.

Las edificaciones son en general muy humildes. Los moradores son puesteros que crían animales. Los asentamientos en la zona del arroyón han crecido en número desde la última «gran crecida» de 1980. Un par de personas que vivieron esa inundación están un poco alarmados. Marta González de Riffo recuerda: «Los bomberos nos vinieron a avisar que habían largado agua al arroyón y que se iba a inundar todo». Comenzaba la década del 80 y, como pudo, tomó animales, algunas pertenencias y se fue con su familia «más arriba a vivir en una carpa».

«Cuando volvimos, el agua había levantado el puente, mi casa de adobe se había derrumbado y las plantas quedaron peladas» recordó Marta.

El puente fue reconstruido. Alrededor hay más casas y un par de despensas. Una hija de Marta heredó el predio y ella se fue a una ubicación cercana pero más alta.


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