Diputados de Neuquén avalaron la emergencia hídrica

A través de una declaración, dieron respaldo a la decisión de la AIC para tomar el control de las represas. Piden que las provincias recuperen el manejo de los recursos en 2023.

Redacción

Por Redacción

La comisión de Medio Ambiente aprobó ayer un despacho para respaldar la declaración de la emergencia hídrica decretada por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) para controlar las erogaciones y garantizar el abastecimiento de a agua frente a la sequía.

El representante de Neuquén ante el organismo, Elías Sapag, participó ayer de la reunión y defendió la decisión adoptada para que el recurso hídrico “no falte”. “Cada semana se indica a las hidroeléctricas lo que pueden hacer”, planteó el funcionario, quien aseguró que la definición no fue más que ejercer la autoridad que les otorga el contrato de concesión.

Sapag explicó que el río Limay se encuentra 150 m3/seg por debajo de su caudal promedio aunque alertó que es aún más preocupante la situación del río Neuquén. Este también tiene una caída de 150 m3/seg pero sobre un caudal promedio anual que es casi la mitad del agua que trae el río Limay.

Sobre la situación actual, recordó la inversión de 800 millones anunciada por el gobierno provincial para garantizar que no haya faltantes durante el verano, particularmente en las localidades que están aguas arriba de las represas y no pueden acumular.

Señaló que habrá que determinar con los intendentes si son necesarias obras de captación de agua o azudes, además de la necesidad de prever comprar pasto para que no haya mortandad por hambre en animales y alquilar camiones para trasladarlos a las veranadas.

Sapag también planteó la posición respecto de qué hacer cuanto terminen los contratos de las hidroeléctricas, frente al reclamo de algunos diputados para que el Estado tome el control. El proyecto de declaración aprobado ayer solicita a la Secretaría de Energía de la Nación que arbitre los medios necesarios para que, previo al plazo en 2023, se garantice la asunción de las provincias ribereñas en la administración de los recursos.

“Es hora de que tengamos una participación mas activa, pero lamentablemente esta discusión tiene que darse en la Secretaría de Energía”, afirmó Sapag, quien planteó que también tiene que darse el debate para seguir haciendo más represas “y con qué recursos”. “Necesitamos empezar a vivir de lo propio, como podamos”, reclamó.

Dijo que las empresas concesionarias quieren seguir, según lo manifestaron públicamente, pero planteó: “tienen que darnos la oportunidad de equivocarnos, ellos ya se equivocaron mucho”. “Quiero ver si soy capaz de administrar como corresponde esta represa y darle el desarrollo que merece porque lo que viene necesita energía eléctrica”, planteó.


El representante de Neuquén ante la AIC, Elías Sapag, explicó ayer a los diputados de la comisión de Medio Ambiente de la Legislatura que alrededor de un 4% del agua del río Neuquén es el porcentaje autorizado para que las empresas utilicen en la fractura hidráulica. El funcionario ratificó los conceptos que ya había dado la directora de Fiscalización Hídrica de la subsecretaría de Recursos Hídricos de Neuquén, Betina Laurenzano, quien dijo a este diario que, “aún si todas estas industrias dejaran de tomar agua, el ahorro que harían no sería sustantivo”.

Fue el legislador Carlos Coggiola (Democracia Cristiana) quien pidió detalles sobre los controles a las operadores en ocasión de la visita del funcionario para hablar de la emergencia hídrica.

Sapag indicó que la mayoría de las autorizaciones son para yacimientos sobre el río Neuquén. “Aguas arriba de Portezuelo Grande, que es el derivador a los barreales se usa casi 1 m3/seg. Entre Portezuelo y Chañar, 2,3 m3/seg. En los lagos los Barreales y Mari Menuco es 0,63 m3/seg”, precisó. “Es decir que si entran 100 metros cúbicos, 4 y medio se destinan a esto”, puntualizó.

“El total es 4,46 m3/seg, más o menos el 4% del agua del río. Estos son los máximos, pero esto es un costo enorme porque un camión puede llevar hasta 30 litros y una fractura puede demandar 10.000, entonces al empresario no le conviene sino reciclar y eso es lo que hace con grandes piletones”, añadió.

El funcionario aclaró que, debido a la emergencia hídrica declarada para las cuencas, “se les aumenta el precio: frente a escasez tenés que pagar más por lo que hacés y eso es lo que hace Recursos Hídricos”. Por fuera de ese sobrecosto, por su categoría de empresas las operadoras ya pagan diez veces el valor básico del agua.


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