Docente universitaria de Roca reclama la aprobación para su tratamiento oncológico

El procedimiento está interrumpido desde enero porque SOSUNC se niega a aprobar una droga específica indicada por su oncólogo. Hoy habrá una reunión de integrantes del Consejo Directivo de la obra social para evaluar la situación.

Analía Castro es profesora de inglés en la Facultad de Lenguas de la UNCo donde desarrolla su actividad docente y de investigación con dedicación exclusiva, desde hace 18 años.  Desde enero se encuentra en tratamiento oncológico con diagnóstico de “cáncer de mamas con metástasis hepática” en el Centro Oncológico Integral de Neuquén. Desde el 29 de ese mes, el procedimiento está interrumpido porque SOSUNC se niega a aprobar una droga específica indicada por su oncólogo.

Familiares de la docente denunciaron la situación en redes sociales, recurrieron a vías legales y convocaron públicamente a que los integrantes del Consejo Directivo de SOSUNC actúen con sensatez en la reunión que tendrán hoy, para revertir la negativa.

Luego de los cuestionamientos al accionar de la obra social por parte de los propios afiliados y empleados en las redes sociales, el pasado domingo, el Consejo Directivo emitió un comunicado justificando la decisión de no otorgar la droga solicitada y en su reemplazo recomendar otra que no es la indicada.

En el comunicado de SOSUNC especificaron que la toma de decisiones ante una nueva solicitud de cobertura de tratamientos que no son estándar, como en el caso de Analía, la Auditoría Médica analiza la situación y se hace una Evaluación de Tecnologías Sanitarias (ETS).

Esta operación, indicaron, pretende aportar información para que sea aplicada a la toma de decisiones en el ámbito de la salud. “Estas evaluaciones se enfocan en aspectos como nivel de beneficios y eficacia, seguridad clínica y técnica, y relación costo-efectividad”, dice el comunicado.

También aseguraron que el proceso de ETS asegura que una tecnología no sea implementada hasta que se pruebe su efectividad. “Su objetivo principal es proporcionar evidencia de calidad para apoyar la toma de decisiones, y por lo tanto mejorar la incorporación de nuevas tecnologías que sean también costo-efectivas, evitando de este modo la incorporación de tecnologías que son de dudoso valor para el sistema de salud”.

Desde la obra social expresaron la decisión de no aprobar, en una primera instancia, la medicación recetada por el oncólogo debido a la falta de sustento científico. Según detallaron, para este medicamento sólo existe un estudio fase III que fue financiado por el mismo laboratorio que comercializa la droga y no ha demostrado efectividad, en términos de resultados sanitarios como sobrevida global y calidad de vida. “Por todo esto se ha recomendado el tratamiento estándar, que cuenta con probada eficacia”.


Batalla contra la enfermedad y la obra social


Analía relató en un video que circula por redes sociales, que el 29 de enero el oncólogo extendió una receta para la medicación para empezar a suministrar para la quimioterapia. Ese mismo día, se hizo llegar la receta a la filial de SOSUNC de Roca para que sea autorizada. 

El 5 de febrero le comunicaron a la docente que debía coordinar con la farmacia de la obra social en Neuquén para retirar la medicación.

Tres días después fue en persona a la farmacia de la obra social, donde le comunican que había algunos “problemas” con la medicación y que debía contactarse con la auditoría de SOSUNC por la autorización de la prescripción. 

Allí le comunicaron que la resolución había sido negativa, por lo cual, no se iba a autorizar ese remedio en particular, pero si otra medicación. Los motivos fueron que “no consideraban que hubiera suficiente sustento científico para respaldar la administración de la medicación del tratamiento”. 

Además, desde la auditoría solicitaron entablar una conversación con el médico oncólogo para que les proporcione más información sobre la medicación elegida, lo que llamó la atención de Analía ya que se trata de un profesional formado en el tema.

La profesora destacó que desde el comienzo del tratamiento, la obra social funcionó a la perfección con la cobertura de todo el tratamiento oncológico y que esta fue la primera vez que hubo irregularidades. 

El pasado 12 de febrero la docente debía tener una sesión de quimioterapia con la medicación nueva, pero no fue posible porque no se emitió una nueva resolución que le permitiera acceder al medicamento.

Una nueva evaluación fue elevada por la auditoría para resolver la situación, pero al día de la fecha no hay respuestas.

“Hace casi un mes en el que mi enfermedad depende de las idas, venidas y decisiones de una obra social, pero no conoce de tiempos. Siempre supe que batallar con las obras sociales iba a ser uno de los problemas. Espero que sea solamente sobre el comienzo del tratamiento y una vez que comience a fluir, estas trabas y obstáculos desaparezcan”, se quejó la docente.


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