Dolor en el sepelio de la pareja que murió quemada

SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Una multitud acompañó a los familiares de Esteban Tello y Jéssica Toso, los jóvenes novios que murieron quemados el domingo a la mañana en un inquilinato de precarias condiciones ubicado en pleno centro de esta ciudad.

A las 17 del lunes, más de quinientas personas conformaron el cortejo que en el cementerio local dieron el último adiós a las víctimas de esta tragedia que enlutó a la comunidad.

Las muestras de dolor por parte de familiares y amigos de los dos jóvenes fueron el epílogo de una pesadilla que comenzó el domingo a las 8.30 de la mañana cuando aparentemente una garrafa conectada a una anafe inició un incendió que devoró las habitaciones de alquiler que Rubén Barilá y su padre tenían en el fondo de su predio, situado en Moreno 167, a 30 metros de la plaza Centenario y a unos cien de la Municipalidad local.

En la número cuatro, pasaban la noche como lo hacían generalmente los fines de semana, Esteban Tello de 26 años, empleado de una empresa de despacho aduanero y su novia, Jéssica Toso, de 23, estudiante de arte en el Valle Inferior.

Allí se desataron las llamas que consumieron rápidamente el techo y todas las instalaciones del lugar y que empezaron a propagarse hacia las piezas linderas donde vivían varias familias de trabajadores que milagrosamente salvaron su vida.

El subcomisario Héctor Poblete, jefe del Cuartel de Bomberos de esta ciudad, informó que tras las pericias realizadas se pudo establecer que la hipótesis más fuerte acerca del inicio de las llamas considera como determinante la incidencia de una garrafa y una anafe que utilizaron los jóvenes para calefaccionarse.

«Las irregularidades también incluyen a todo el sistema eléctrico, que a pesar de que se interrumpió la energía desde un tablero, continuaba con corriente mientras el personal intentaba sofocar el incendio, lo que demuestra la precariedad de las conexiones», indicó.

Poblete aseguró además que en caso de que la Municipalidad alguna vez le hubiera requerido una inspección en el sitio, nunca podría haberse habilitado, ya que eran muy notorias las deficiencias y los riesgos.

No obstante, en ese sitio ubicado en pleno centro, a pocos metros de las principales instituciones públicas y casi lindero con el quincho de la casa en la que reside el intendente Adrián Casadei, vivían en otras siete habitaciones varios matrimonios jóvenes que afortunadamente al sentir el humo y los gritos pudieron escapar del fuego.

Dos efectivos policiales que probablemente sean reconocidos por la Jefatura próximamente fueron quienes dieron el alerta al ver el humo y pudieron socorrer a esas familias.

Según las especulaciones del personal de bomberos interviniente, los jóvenes novios, en la desesperación al iniciarse el fuego no habrían podido encontrar a tiempo las llaves de la puerta y quedaron encerrados entre las llamas. Los testimonios de los sobrevivientes dan cuenta de que se escucharon los gritos de los jóvenes hasta que el fuego los terminó atrapando. La conmoción siguió presente en la ciudad en estos días y el acompañamiento a los familiares de los jóvenes fallecidos fue contundente el lunes por la tarde.

La posible interpelación

Ayer, referentes de la oposición en el gobierno municipal, mantuvieron reuniones y analizaron la situación para decidir si es pertinente o no el llamado a interpelación a funcionarios del Ejecutivo para que expliquen acerca de por qué se permite el alquiler de estas habitaciones, sin resguardar mínimamente la seguridad de los habitantes. El secretario de Desarrollo Social, Carlos Dalmasso confirmó tener conocimiento de la existencia de este conventillo y de otros tan peligrosos como éste en la ciudad. «Pero yo no me puedo hacer cargo de toda esta situación que involucra a más áreas», expresó Dalmasso.

-¿Del Municipio?, preguntó «Río Negro».

-«Sí, y también habrá que analizar la legislación vigente en este sentido», contestó.