Donación pediátrica: conocé a Luján, la niña de Neuquén que espera un corazón

Tiene ocho años y está internada en el hospital Garrahan. Junto a su mamá y los suyos piden que se difunda mayor información sobre el tema.

La necesidad de que aumenten los casos de donación pediátrica hoy se hizo carne en Luján, una niña San Patricio del Chañar que, conectada a un corazón artificial, espera internada en el hospital Garrahan un trasplante.

La lucha de esta niña de ocho años empezó hace mucho tiempo, cuando tenía tres meses y le diagnosticaron una cardiopatía congénita restrictiva. “Cuando nos dieron el alta el médico nos dijo: llévenla y disfrútenla mucho”, recordó Any, su mamá.

Ella también es protagonista en esta lucha, ya que en marzo del año pasado, cuando la salud de Luján se complicó y tuvieron que viajar en un vuelo sanitario de urgencia a Buenos Aires, no importó que hacía pocos días había dado a luz. La mujer reunió a su bebé y sus otros dos hijos, una nena de cuatro años y un nene de cinco, e iniciaron un viaje que finalizará cuando Luján haya sido trasplantada y puedan volver a la región.

Pero no fue la única vez que a Any le tocó sacar fuerzas sin saber de dónde. Un día en el que estaban en el alojamiento que tienen en Capital, Luján se descompensó. Rápidamente se puso peor y desde la obra social no le daban respuestas por la ambulancia, así que salió a la calle decidida a subirse al primer auto que pasara. Un móvil policial tuve que responder a su demanda y llevarla hasta un hospital.

En el centro de salud, la niña sufrió dos ataques cardíacos. Any contó que no le daban esperanza de vida y “la llevaron al Garrahan porque los médicos de ella querían atenderla por última vez, porque ya no había más nada que hacer.”

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Pero juntas, una vez, demostraron que podían contra todo, y Luján salió adelante. Luego vino la cirugía para conectarla al corazón artificial y la espera de tres meses para que pueda recibir el trasplante. Con ese plazo ya cumplido, la niña pasó a estar en la prioridad de la lista que confeccionar el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).

El día a día se pasa en la terapia, donde Luján recibe clases con las docentes de la escuela hospitalaria y juega con sus hermanitos, bajo la mirada de Any y un familiar, que se turnan en el cuidado. La mujer explicó que precisan a otro acompañante, pero no pudieron resolverlo porque la obra social del sindicato de petroleros aun no dio la autorización para sumar a otra persona en el alojamiento.

Pero, a pesar de las dificultades, Any tiene una misión clara: le insiste a su hija en que no se quede acostada, en que coma, en que no baje los brazos. Lo único que falta ahora, es el trasplante.

Si bien en Neuquén se registró un incremento de las donaciones, con la ley Justina como un punto de inflexión, la normativa convierte en donantes a todos sólo a los mayores de 18 años que no manifiesten su voluntad contraria, por lo que donación pediátrica depende de la autorización de las familias. Ante esta situación, los allegados a Luján pidieron mayor concientización y aclararon: “no pedimos la muerte de nadie es hora de que nos informemos”.


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