Aguinaldo: lo que necesitas saber para poder invertir, ganes lo que ganes

Existe una enorme dispersión en el nivel de ingresos de los distintos rubros de la economía. Sin embargo, es necesario derribar el mito de que hacen falta altos ingresos para invertir.

Laura Pereyra (PIN Capital)


Llega mitad de año y, con el aguinaldo en camino, muchos se preguntan qué hacer con ese ingreso extra. ¿Pagar deudas? ¿Ahorrar? ¿Darse un gusto? Pero antes de hablar de decisiones financieras, hay una pregunta que sigue generando incomodidad en muchos ámbitos: ¿Cuánto se gana realmente en Argentina? ¿Qué tan lejos —o cerca— está nuestro sueldo del de otras personas que trabajan en rubros similares o distintos?


En un país donde hablar de dinero todavía es incómodo, y donde abundan los mitos sobre quién gana mucho o poco, acceder a información clara y concreta sobre los sueldos puede ser una herramienta poderosa.


Por eso, en esta nota, compartimos los resultados de una encuesta que realizamos desde PIN Capital, que relevó más de 440 ingresos reales de distintos rubros, niveles de experiencia y puestos en todo el país.

El mercado de capitales no es sólo para expertos, sino una herramienta accesible para cualquier persona que quiera empezar a invertir.


El objetivo no fue sólo mostrar la disparidad que existe, sino también abrir la puerta a una conversación más honesta sobre ingresos y cómo aprovecharlos mejor, especialmente en momentos clave como este.

¿Cuánto se gana realmente en Argentina?


Desde el equipo de Research de PIN Capital, nos propusimos mostrar con datos concretos cuánto se gana en distintos sectores de la economía, para aportar transparencia y para que más personas puedan proyectar y tomar decisiones informadas sobre su futuro financiero.


En el rubro administrativo, por ejemplo, el sueldo promedio ronda los US$ 2.700 mensuales, aunque hay empleos que arrancan en los US$ 677 -como es el caso de una empleada administrativa con cinco años de antigüedad en medios de comunicación- y otros que llegan a los US$ 6.500, como un supervisor de equipos de perforación, con trece años de experiencia en el petróleo en una reconocida empresa.


En educación, un sector históricamente postergado, el promedio se ubica en US$ 1.657, con casos desde los US$1.171 por un docente universitario público con nueve años de antigüedad.
En este rubo hay que definir por provincias. En Río Negro una docente de turno completo, con 40% de adicional por zona rural, de 33 años de antigüedad es la que lleva el sueldo máximo que es de US$ 1.600. En Neuquén una docente con cargo directivo de 40 horas, con 18 años de experiencia cobra US$ 2.310. En Chubut un docente cobra en promedio US$ 1.600.


La gastronomía muestra un promedio de US$ 1.631, con ingresos que van desde US$ 1.170 en jornadas completas hasta un máximo de US$ 2.092, por ejemplo, para una encargada de bar.
Entre los jubilados, el promedio registrado fue de US$ 1.305, con extremos que van desde US$ 585 (por una jubilada docente de nivel inicial) hasta US$ 1.780 en casos de jubilaciones con cargos jerárquicos en las fuerzas de seguridad.

Hoy existen opciones de inversión pensadas para perfiles conservadores, intermedios y más arriesgados, con alternativas simples, reguladas y al alcance de todos.


El rubro petrolero -como era de esperarse- se ubica entre los más altos, con sueldos promedio de US$ 3.668 y picos que alcanzan los US$ 5.500 para operadores especializados. Por supuesto que variará del convenio, de si tienen o no cumplimiento de diagrama (viandas, etc), pero son sueldos que pueden rondar el promedio de los US$ 9.000.


Dentro de los profesionales independientes, los ingresos pueden variar enormemente: el promedio se ubicó en US$ 3.021, pero con ejemplos que van desde US$ 620 (por ejemplo, un albañil con 20 años de experiencia), los contadores independientes ganando entre US$ 6.000 y US$ 9.000 dependiendo los años de experiencia, abogados con 5 años de experiencia entre US$ 2.500 y us$ 4.000 hasta los US$ 10.000 que llega a cobrar un geólogo con igual trayectoria.


Finalmente, el sector de la Salud tiene un promedio de US$ 3.282, con sueldos que van desde US$ 770 (como el de una técnica en esterilización) hasta los US$ 19.250 que puede generar un anestesiólogo que trabaja en el ámbito público y privado.


Estos datos no solo sirven para derribar mitos —como la idea de que “tal persona gana muchísimo” solo por su rol o que “en ese rubro no se gana nada”—, sino también para mostrar la enorme dispersión que existe en los ingresos reales, incluso dentro de un mismo sector.


No todos ganan lo mismo, ni siquiera haciendo tareas similares. Las diferencias en responsabilidades, experiencia, formación y contexto laboral marcan una brecha que es importante entender, especialmente en momentos donde se habla tanto de poder adquisitivo, inflación e ingresos reales.

Planificación financiera


Más allá de lo que gana cada persona, lo importante es qué se hace con ese ingreso. Y en ese punto, hay algo que muchas veces no se comunica con la claridad suficiente: el mercado de capitales no es sólo para expertos o grandes capitales, sino que es una herramienta completamente accesible para cualquier persona que quiera empezar a invertir, incluso desde montos bajos. No hace falta tener miles de dólares, ni ser economista, ni dedicar horas todos los días para seguir cotizaciones.


Con tan solo el aguinaldo, una parte del sueldo o algún ingreso extra, ya se puede dar el primer paso hacia una planificación financiera más inteligente. Hoy existen opciones de inversión pensadas para perfiles conservadores, intermedios y más arriesgados, con alternativas simples, reguladas y al alcance de todos. El acceso está, la información también. Solo falta animarse.


Desde PIN Capital buscamos acercar el mercado a todas las personas, simplificando la manera de invertir y ayudando a tomar decisiones informadas. Por eso, proponemos una estrategia simple, conservadora y equilibrada para que tu dinero no pierda valor y, a la vez, empiece a crecer.

Así de sencillo: pesos que rinden por un lado, dólares que se valorizan por el otro. No hace falta ser experto ni disponer de grandes montos, lo importante es no dejar tu plata quieta.


La idea es dividir ese ingreso extra en dos partes iguales: una parte en pesos para hacer tasa, otra en dólares para resguardar valor. Sin enrosques ni grandes montos. Invertir es más accesible de lo que imaginás y el aguinaldo es un buen primer paso.


Por ejemplo, con el 50% del aguinaldo podés invertir en un Fondo Común de Inversión compuesto por LECAPs, instrumentos del Tesoro Nacional a corto plazo que permiten obtener una buena tasa en pesos, manteniéndote cubierto frente a la inflación y con alta liquidez.

Con el otro 50%, podés comprar dólar MEP, aprovechando los valores actuales más bajos, y luego colocar esos dólares en un fondo que invierte en bonos del Tesoro de Estados Unidos, que hoy rinden entre un 3% y 4% anual. Así de sencillo: pesos que rinden por un lado, dólares que se valorizan por el otro. No hace falta ser experto ni disponer de grandes montos, lo importante es no dejar tu plata quieta.


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